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El paso de la Verónica, durante la procesión.
Pasos de devoción con cadetes y compás musical

Pasos de devoción con cadetes y compás musical

La procesión del Encuentro recupera tras un parón de dos años la comitiva de policías y la banda de percusión y viento

GLORIA POMARADA

Jueves, 13 de abril 2017, 03:44

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Por Poniente apareció la Santa Vera Cruz, por el arco de la plaza Mayor la Santa Misericordia y el Santo Sepulcro y bajo la estatua de Pelayo se consagró el Encuentro. Las tres hermandades religiosas escenificaron anoche una de las estaciones más simbólicas del camino del Calvario, el momento en el que la Verónica enjuga el rostro de Jesús Nazareno. Ambos pasos, procesionados por los cofrades de la Hermandad de la Santa Vera Cruz, habían partido poco después de las ocho de la tarde desde la iglesia de San José, hecho insólito en la Semana Santa gijonesa. La imágenes se veneran desde el pasado año en la parroquia, de ahí el cambio en el punto de partida. No fue la única novedad del Miércoles Santo. La Verónica estrenaba manto para la ocasión, donado de forma anónima por una cofrade. Las dos hermandades y la única cofradía de la ciudad recuperaron además una tradición ausente desde hace dos años, el acompañamiento musical y la escolta. Veinte cadetes de la Academia de Policía Nacional de Ávila custodiaron los pasos a lo largo de la procesión. «En otras ocasiones no pudimos venir porque teníamos promociones pequeñas, este año en cuanto nos avisaron se presentaron muchos voluntarios», señalaba Juan M., inspector e instructor de la Academia. «Hacía tiempo que no se veía a tantos policías acompañándonos», destacaba Juan Antonio Rodríguez, hermano mayor de la Santa Vera Cruz.

La Agrupación Musical del Sagrado Corazón de Jesús de Oviedo, fundada el pasado año, fue la encargada de marcar el paso de la comitiva. «Estamos viviendo la Semana Santa intensamente, debutamos el martes en Oviedo y ahora en Gijón», contaba su presidente, Emilio Alonso. Al son de trompetas y redoble de tambores, los músicos ovetenses envolvieron la procesión en una atmósfera de solemnidad y emoción contenida. Pasaban las nueve de la noche cuando se produjo el Encuentro a los pies de la estatua de Pelayo, «uno de los momentos más emotivos de todas las procesiones», destacaba Ignacio Alvargonzález, hermano mayor de la Santa Misericordia. En la plaza del Marqués, el párroco Luis López dio lectura al sermón, con recuerdo especial para «los marginados y cristianos que siguen siendo asesinados». Tras el Encuentro, los cofrades retornaron juntos a la iglesia de San Pedro, sede de las tres entidades.

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