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M. A.
Martes, 25 de abril 2017, 03:42
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Si la vida de alguien puede medirse por sus amigos, la de Javier Roza fue más que plena. El Tanatorio de Cabueñes se llenó ayer a rebosar para despedir al joven y querido cámara gijonés, fallecido el sábado víctima de un cáncer fulminante a los 41 años.
Sus compañeros de TPA y otros medios, como Canal 10, arroparon a la familia y amigos de Roza, al que quisieron recordar para siempre con su perpetua sonrisa y sus inquebrantables ganas de seguir adelante pasase lo que pasase. El Molinón será esta tarde escenario de un homenaje con unas palabras en su memoria y una imagen de Javier, que volcó gran parte de su vida profesional en la retransmisiones deportivas, en el marcador antes del inicio del encuentro frente al Espanyol.
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