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La obra de la residencia del campus no se iniciará hasta tener la licencia definitiva

El empresario Dionisio Ramos advierte de que si no la obtiene antes de agosto, la apertura del equipamiento tendrá que retrasarse a 2019

CRISTINA TUERO

Martes, 25 de abril 2017, 03:33

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No se dará ningún paso con licencia provisional. El empresario de Rya Residencias, Dionisio Ramos, aseguró ayer a EL COMERCIO que no comenzará a construir la residencia universitaria hasta que no tenga en sus manos la licencia definitiva. Y eso no podrá ser hasta que el Pleno municipal apruebe el informe de alegaciones del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGO), un paso que podría tardar aún varios meses. Si bien, como aseguró el gobierno local de Foro, el promotor podría comenzar a levantar el edificio, al menos iniciar los replanteos y dar los primeros pasos, con la licencia provisional, Ramos ha asegurado que esperará hasta tener en su poder la definitiva.

El por qué está claro para el empresario leonés: por ejemplo, «no tendríamos financiación de ningún banco» y, por supuesto, quiere minimizar riesgos. «A ver si comenzamos a construir, y no se aprueba ese informe ni sale adelante el PGO y tenemos que derribar lo hecho», afirma.

En cualquier caso, el promotor estaba tranquilo y mantiene su apuesta por la residencia universitaria gijonesa. En permanente comunicación con el Ayuntamiento de Gijón, aseguró que a lo largo del mes de mayo presentará el informe definitivo, el último paso necesario para hacerse con esa licencia y poder, por fin, hacer realidad una de las de históricas reivindicaciones del campus gijonés.

Eso sí, los plazos son los que son y el tiempo podría echarse encima si esa aprobación no llega antes de agosto. De superar ese mes, Dionisio Ramos lo tiene muy claro: «Si la licencia definitiva llega más allá del mes de agosto, la residencia no podría inaugurarse en 2018. Habría que retrasar su apertura hasta 2019».

Y es que la concesionaria había prometido abrir en septiembre del próximo año la primera fase de un edificio que tendrá una capacidad total de 224 plazas, distribuidas en 74 habitaciones individuales, 68 dobles, ocho estudios y seis habitaciones accesibles. Serán casi 3.000 metros cuadrados de los 25.225 que ocupa la parcela que se ubica entre la Escuela Superior de Marina Civil y la Politécnica. La gestión será durante un periodo de 40 años, prorrogable por otros diez, con un pago de un canon anual de 48.400 euros. Las palabras del promotor de la residencia universitaria llegaban horas después de que el rector de la Universidad de Oviedo volviera a expresar su confianza en el mantenimiento de los plazos por parte del Ayuntamiento de Gijón. Santiago García Granda volvió a recordar las conversaciones mantenidas en los últimos días con el equipo de gobierno donde recibieron información sobre todos los obstáculos que parece estar encontrándose la nueva adjudicataria.

«Máxima confianza»

«Estamos trabajando junto al Ayuntamiento con la máxima confianza. Me tranquilizaron al decirme que va a haber una licencia de obras temporal y que eso no debería afectar al comienzo de las obras», sostuvo Granda minutos antes de comenzar el Simposio Hispano-Japonés de Química que tuvo lugar en el Paraninfo de la Universidad Laboral.

Sin embargo, ahora los plazos no parecen estar nada claro. Máxime tras las declaraciones de Dionisio Ramos sobre la necesidad de contar con una seguridad jurídica y administrativa para comenzar a construir la residencia universitaria que hará que el campus gijonés deje de ser el único de los de la Universidad de Oviedo sin un equipamiento de estas características. Y no será la comunidad universitaria la única que se beneficiará de ella, ya que también se ofrecerá al resto de personal de la Milla del Conocimiento.

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