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De izquierda a derecha, por atrás, Aurora Barrero, Santiago García Granda, José García Fanjul, Juan Pablo Peñarrubia, Camino Rodríguez Vela y Juan Carlos Campo. En primera fila, los finalistas y ganadores de los Premios a los Trabajos de Fin de Estudios, Daniel Ibaseta, Pablo Mesa Canal, Pablo Villavoy, Pablo Pérez Núñez, Loreto Llera Lis y Carmen Reguera Alonso.
Un cuarto de siglo a pleno empleo

Un cuarto de siglo a pleno empleo

Las empresas «se rifan» a los alumnos de Ingeniería Informática, que cumple 25 años

LAURA MAYORDOMO

Jueves, 27 de abril 2017, 03:40

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El 95,6% de los ingenieros informáticos españoles están en activo, así que «no os faltará trabajo». Tanto el dato como la contundente afirmación los aportó ayer Juan Pablo Peñarrubia, presidente del Consejo General de Colegios Profesionales en Ingeniería Informática, durante su intervención en el acto institucional con el que se celebró el vigesimoquinto aniversario de los estudios de Ingeniería Informática que, junto con la Industrial y la de Telecomunicaciones, conforma la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI). Su director, Juan Carlos Campo, lo confirmó. Las empresas no solo «se rifan» a los recién titulados sino que lo normal es que un alumno esté trabajando incluso antes de finalizar los estudios. Una temprana incorporación al mercado laboral que, precisamente, fue lo que Peñarrubia desaconsejó. «No cedáis a la tentación. Completad la formación de máster porque, si la aparcáis, luego será más difícil retomarla. Y en el futuro será necesaria para vuestra promoción profesional», instó a los estudiantes.

Cada año, Ingeniería Informática consigue completar las 120 plazas que oferta. Pero en las aulas se da un hecho paradójico. Si hace veinticinco años, cuando está titulación arrancó en Gijón, había prácticamente paridad entre hombres y mujeres, hoy en día el porcentaje de féminas que optan por estos estudios apenas llega al 15%. Fue algo que citaron en sus intervenciones tanto Campo y Peñarrubia como la decana del Colegio de Ingenieros Técnicos en Informática, Aurora Barrero, y la directora del Departamento de Informática de la Universidad de Oviedo, Camino Rodríguez Vela. «Convencer a la sociedad y a las chicas de que ésta no es una carrera de chicos es nuestra asignatura pendiente», reconoció tras echar la vista atrás -a aquella orla de la primera promoción en la que había casi tantas mujeres como hombres- y concluir: «Es algo que deberíamos volver a conseguir».

Además de la parte institucional, con discursos también del decano del Colegio de Ingenieros en Informática, José García Fanjul; la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón; y el rector, Santiago García Granda, los veinticinco años de Informática tuvieron como protagonistas a los autores de los mejores proyectos de fin de estudios.

El Premio Alan Turing, que concede el Colegio de Ingenieros en Informática, fue para el ovetense Pablo Villavoy García, que en la actualidad cursa el máster de Dirección de Proyectos. Asimismo, Pablo Pérez Núñez, de Boal, recogió el premio Tim Berners-Lee, que concede el Colegio de Ingenieros Técnicos en Informática. Él, como recomendó Peñarrubia, continúa con los estudios de máster tras haber concluido el grado.

Museo

El colofón fue la inauguración de lo que es el germen del Museo de la Informática, de acceso libre y gratuito, en el edificio del Aulario Sur de la EPI. Lo integran piezas que, desde finales de los 70 y durante años, fueron recopilando los profesores Ezequiel Pardo, ya fallecido, e Isabel Sevilla.

«Las piezas más valiosas desde un punto de vista histórico son las memorias de núcleos de ferrita», explicó Sevilla. También pueden verse unidades de banda magnética o la evolución de los discos duros. La intención es exponer más piezas en poder de los profesores e ir incorporando donaciones de empresas que renueven sus equipos.

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