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Ayuntamiento de Gijón.
38,9 millones de euros en la caja municipal

38,9 millones de euros en la caja municipal

El Ayuntamiento tiene sin gastar de ejercicios anteriores otros 36,6 millones, cuyo destino ya está comprometido

IVÁN VILLAR

Viernes, 26 de mayo 2017, 01:05

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38.934.579,39 euros. Es la cuantía a la que ascendió al cierre de 2016 el remanente líquido de tesorería para gastos generales. Es decir, el dinero ingresado y no gastado de ejercicios anteriores y que carece de un destino previamente comprometido. Y aunque el Ayuntamiento podrá incorporar estos fondos a las cuentas de 2017 mediante las oportunas modificaciones presupuestarias, este año su uso está más restringido que nunca.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria establece como norma general que el superávit de las administraciones públicas deberá dedicarse «a reducir el nivel de endeudamiento». Y si bien contempla la posibilidad de que algunos ayuntamientos usen ese dinero para «inversiones que sean financieramente sostenibles a lo largo de su vida útil», fía a la aprobación de una ley específica la fijación de los requisitos para poder definir un gasto como tal.

En los últimos años la situación se resolvió a través de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que incluía para cada ejercicio un punto en el que se identificaba qué se entendía por inversión financieramente sostenible. En 2017, sin embargo, aún no hay cuentas estatales. El proyecto del Gobierno está en plena fase de enmiendas y su aprobación definitiva se postergará, en el mejor de los casos, hasta finales de junio. Solo a partir de su entrada en vigor, y siempre que la ley así lo recoja, se podrán plantear inversiones con el sobrante de los últimos ejercicios. Hasta entonces el único destino posible de esos 38,9 millones es la amortización de deuda.

El remanente del Ayuntamiento, según consta en el cierre presupuestario de 2016 que el gobierno municipal aún debe presentar en la comisión especial de Cuentas, asciende en realidad a 80,7 millones de euros. De esa cantidad, 5,1 millones son «derechos de difícil o imposible recaudación», esto es, cobros de impuestos, multas, tasas, concesiones y otros conceptos correspondientes a los últimos veinte años a los que el Ayuntamiento tiene derecho pero que se dan prácticamente por perdidos por insolvencia del deudor, ajustes concursales u otros motivos. Otros 36,6 millones son excedentes «con financiación afectada», ingresos que se generaron para dedicarlos a un gasto concreto y cuyo destino, por tanto, no se puede cambiar. En ese bloque se incluirían desde los 600.000 euros para la escuela infantil en el antiguo colegio Cabrales o 650.000 para la rehabilitación de la Casa Paquet, a 2,4 millones para planes de empleo y 9,8 millones para ayudas a la rehabilitación de fachadas.

El último ejercicio heredó de las cuentas de 2015 un remanente para gastos generales de 23,1 millones de euros, del que solo dos millones se incorporaron a las de 2016. Estas, a su vez, se cerraron con un resultado positivo de 18,7 millones de euros, lo que elevó el remanente de tesorería a 31 de diciembre hasta una cifra que equivale ya al 17% del presupuesto que maneja para este año el Ayuntamiento.

Endeudamiento del 75,9%

El pasado año el Ayuntamiento ingresó 251,3 millones de euros. 115,7 millones correspondieron a impuestos directos e indirectos, con el IBI como principal fuente de financiación (64,2 millones de euros, frente a los 66,4 del año anterior). Los gastos, por su parte, ascendieron a 228,5 millones de euros.

Por otra parte, al cierre del ejercicio existía una deuda viva de 157,2 millones de euros, que equivale al 75,9% de los ingresos corrientes ordinarios del Ayuntamiento -la Ley de Haciendas Locales permite llegar hasta el 110%-. En esa cifra, además de los préstamos formalizados con las entidades financieras, se incluyen las 'cartas de compromiso' con las que se respaldan las obligaciones que mantienen con los bancos tanto Gijón al Norte (5,6 millones) como la ZALIA (9 millones).

En el informe de intervención que acompaña a la cuenta general de 2016 se advierte de la necesidad de poner «especial atención» al ahorro neto. Esta magnitud mide la diferencia entre los ingresos corrientes (207 millones, al excluirse los procedentes de operaciones financieras y de la venta de bienes inmuebles) y los gastos de personal (60,9), gastos corrientes (39,8), transferencias corrientes (78,4) y el equivalente a la amortización teórica de una anualidad de la deuda (26,9).

El año pasado, el dato fue positivo, con un ahorro neto de 685.000 euros. Pero la interventora municipal, Belén Grana, interpreta que el margen «es escaso» y que en el futuro su signo podría cambiar como consecuencia de «la reciente jurisprudencia» en torno a la plusvalía. Este impuesto genera al Ayuntamiento 13,1 millones de euros, pero ahora el Tribunal Constitucional rechaza su cobro cuando las viviendas objeto de compraventa no hayan incrementado su valor.

«Medidas correctoras»

Grana recuerda que mantener un ahorro neto positivo es un requisito legal imprescindible para formalizar nuevas operaciones de endeudamiento. Y dado que el presupuesto de 2017 contempla la solicitud de préstamos por 20,1 millones de euros, reclama «adoptar las medidas correctoras que se consideren oportunas» para compensar las consecuencias que tendrán sobre esa variable tanto el aumento de la deuda como la minoración de ingresos por la plusvalía. «Es imprescindible anticipar el efecto que tendrá sobre el ahorro neto el recálculo de la carga financiera», señala. Una vía sería la reducción de la deuda con cargo al remanente.

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