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PALOMA LAMADRID
Lunes, 29 de mayo 2017, 00:42
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Carlos Solares (Gijón, 1972) se ha convertido en un referente en la protección de los animales. Desde Fauna Urbana, su tienda y sede local de Cepesma, este auxiliar de clínica veterinaria lleva más de tres años concienciando a la sociedad de que hay que cuidar a los animales.
¿Cómo surge Fauna Urbana?
Nació de un sueño, de una idea que tenía hace años de abrir algo así, con un concepto un poco diferente de lo que es una tienda de animales al uso, en el sentido de que se implique, de una manera mucha más directa, en su protección.
Fauna Urbana es sede de la Coordinadora para Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma). ¿Como se llegó a esa colaboración?
A Luis Laria lo conozco desde hace muchos años, mucho antes de tener la tienda. A raíz de abrirla, vimos que era una posibilidad muy buena de tener en Gijón una pequeña base, donde podíamos tener algo de material, recoger a un animal que apareciera o comenzar una intervención aquí porque es mucho más directo que desde Luarca, aunque luego tuviera que venir Luis con la artillería pesada.
Los ciudadanos contactan con usted a menudo cuando encuentran animales.
Ha sido poco a poco y los primeros sorprendidos fuimos nosotros. Empezamos con esa filosofía de intentar ayudar en lo que pudiéramos porque, evidentemente, ni llegas a todo ni tienes medios para todo. Bien sea dando un consejo cuando alguien nos avisa de que ha encontrado un animal y le pedimos que nos mande una foto por mensaje y le decimos qué especie es para orientarle sobré cómo actuar. Tenemos la ventaja de que estamos a pie de calle muchas horas.
¿Cuáles son las consultas que le hacen con más frecuencia?
Por animales que encuentran y muchas veces no saben identificar o en horarios fuera de aquellos en los que les pudiera atender la Guardería del Principado.
La aparición de carne envenenada o con alfileres es frecuente. ¿Se ha incrementado esta práctica?
Creo que aumenta, al menos nos llegan cada vez más avisos. La gente nos avisa porque estamos empeñados en que estos temas hay que denunciarlos y visibilizarlos. De nada vale que encuentres carne con alfileres o raticida y la tires a la papelera. Porque el problema está ahí, va a seguir sucediendo. Lo que hay que hacer es prevenir e intervenir de forma contundente. La sensación de impunidad lleva a que cada vez haya más casos.
¿Las sanciones previstas en la ordenanza no disuaden a los infractores?
El problema es que nunca se ha pillado a nadie. Es una sensación de impunidad terrible, es como quien tira caramelos por el parque. No pasa nada.
No solo pueden ingerir esta carne dañina los perros, también los niños.
Evidentemente. El peligro del niño siempre está ahí. El día que sea una cosa apetitosa, de colorines, y se lo lleve un niño a la boca seguramente saltarán todas las alarmas.
El 1 de mayo comenzó la temporada de baños en la playa de San Lorenzo y, por tanto, los perros no pueden bajar al arenal, aunque sí al Cervigón. ¿Habría que ampliar las zonas para canes en la costa?
Hablando con alguien de Turismo del Principado, le dije que nuestra aspiración debería ser que todos los concejos costeros de Asturias tuvieran una zona de playa para perros. Porque hay muchos kilómetros de costa y acotar 150 metros, por ejemplo, para que sea accesible con perros no creo que, dentro de los casi 400 kilómetros de litoral que hay, sea un agravio muy grande. Lo deseable es que, cuando llegue el turista con un perro, la oficina de turismo no tenga que mandarle a otro concejo. A la playa para perros en Gijón viene gente de toda Asturias y de León en verano.
Hay 42 zonas verdes públicas para perros en Gijón. ¿Son suficientes?
Se trata de que todo el mundo disponga de uno cercano porque hay muchísimos perros en Gijón. No tienes por qué tenerlo justo debajo de casa, pero tampoco que te tengas que desplazar al otro extremo.
El parque Isabel la Católica
Hace poco se reunió con representantes municipales por el borrador del plan de usos de Isabel la Católica. ¿Qué les expuso?
Alegué que hay lugares mucho mejores para hacer eventos. Mismamente, al lado, en el parque de los Hermanos Castro. Isabel la Católica es la joya de la corona medioambiental del casco urbano de Gijón. Y cuanto menos lo machaques, mejor.
¿Qué le respondieron?
Hay bastante gente dentro de los grupos políticos que nos dan la razón. Pero no solo ellos, también la Federación de Asociaciones de Vecinos.
¿Los gijoneses somos civilizados a la hora de recoger los excrementos de los perros en la vía pública?
Con casi 40.000 perros censados, según el Colegio de Veterinarios, y todos hacen sus deposiciones dos veces al día, si la gente no las recogiera no podríamos salir a la calle.
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