Lucía Moro: «Si los padres todo lo arreglan a gritos los niños copian esa conducta»

«Las relaciones sociales han cambiado y esto incide en la familia y el ámbito educativo». Dadas estas circunstancias, la abogada Lucía Moro considera imprescindible impulsar la mediación en los hogares y los colegios e institutos, de modo que se atenúen las situaciones de confrontación. «Los niños toman ejemplo de lo que ven; si los padres, ante una diferencia de opinión, dialogan, los menores lo van a reflejar. Pero si ven que todo lo arreglan con gritos y les pegan si hacen algo incorrecto, los niños también copian esa conducta», aseguró la letrada gijonesa, que ayer ofreció una charla, en el Antiguo Instituto, sobre la mediación escolar y familiar.

El conflicto es inevitable, por lo que es esencial «aprender a convivir con él y valorarlo de forma positiva; que podamos verlo como sinónimo de oportunidad», apuntó esta abogada, experta en derecho colaborativo. La idea es «unir familia y comunidad escolar para pacificar los conflictos», abundó. Es decir, aunque haya divergencias, los menores «salen fortalecidos» si perciben que pueden superarse y mantener la armonía en ambos ámbitos. «Familia y colegio no son compartimentos estancos», señaló Moro y, por ello, es fundamental actuar en los dos frentes. «No solo es necesario intervenir, sino prevenir el conflicto», indicó. A través de la mediación, es posible conseguirlo.

«Tenemos que cambiar las cosas» y es, sobre todo, en los centros escolares donde se debe actuar. «Se les exige mucho a los profesores y a ellos les enseñaron a explicar las materias, no a gestionar emociones», subrayó Moro. Así las cosas, los colegios e institutos deberían contar con «pedagogos, psicólogos infantiles y mediadores», entre otros profesionales implicados en la educación de los más pequeños.

Confusión con el arbitraje

Para la abogada, es una prioridad instruir a los menores en «la no violencia porque es algo educacional». Es la forma de atajar, de raíz, los conflictos. Gracias a las técnicas de mediación escolar, valores como el respeto, la solidaridad y la tolerancia calan más hondo entre los niños y adolescentes, así como entre padres y profesores. Moro reconoció que «Asturias aún está en pañales en el tema de la mediación, en general», en buena parte por el desconocimiento que existe hacia esta metodología. Aunque todavía «hay personas que la confunden con el arbitraje», la cultura mediadora comienza a extenderse por España.