Empresariales reabrirá a finales de año

Después de 27 meses de obras y casi cinco millones de euros de inversión, la reforma de la antigua Escuela de Comercio entra en su recta final. El Ayuntamiento fija en la primera semana de agosto la finalización de las obras, si bien después aún será necesario licitar, adquirir e instalar todo el equipamiento -mobiliario, sistemas audiovisuales...-, para el que se estima un coste de un millón de euros más que aún precisa del visto bueno del Pleno. El horizonte final es la reapertura del edificio «antes de Navidad», apuntó Carmen Moriyón. La alcaldesa presentó ayer el plan de usos a los grupos municipales, los representantes vecinales de la zona centro y las entidades que contarán con dependencias en la antigua sede de Empresariales. En total, el edificio dispone de 3.285 metros cuadrados de espacios para atender «necesidades pendientes».

Una de esas necesidades era encontrar acomodo a un amplio catálogo de fondos documentales hoy dispersos, alguno incluso fuera del municipio. Este último caso es el de la hemeroteca cedida por la Cámara de Comercio al Ayuntamiento en julio de 2002, con 33.200 volúmenes de 829 títulos, que tras haber pasado por el Antiguo Instituto y la Universidad Laboral lleva años en las instalaciones de una empresa especializada en la custodia y gestión documental en el polígono de Asipo, en Llanera. «Aunque ahí está perfectamente conservada, era un clamor que debíamos recuperarla para Gijón», apuntó Moriyón, quien recordó cómo en su momento el Principado planteó llevarla a Oviedo. Junto a la hemeroteca se trasladarán también a la Escuela de Comercio los fondos del hospital Materno Infantil (Gota de Leche), la biblioteca cervantina cedida por Ramón Álvarez Viña (hoy en El Coto), la colección sobre botánica del padre Manuel Laínz y la Biblioteca Asturiana del padre Patac -el fondo cedido por Patricio Adúriz, que también se preveía llevar a este nuevo espacio, finalmente seguir en el Muséu del Pueblu d'Asturies-.

Todos estos documentos encontrarán acomodo en un vasto espacio de archivo (435 metros cuadrados) excavado bajo la calle de Francisco Tomás y Valiente, entre Empresariales y el Antiguo Instituto. «Lo primero que se comprobó es que por ahí no pasara ningún colector, ni tubería que pudiera suponer un riesgo de filtraciones o la inundación de los fondos», apuntó Moriyón. El sótano se ha dejado dispuesto para una futura conexión subterránea con el Antiguo Instituto, si se considera necesaria.

Facilitar la investigación

En la planta baja del edificio, con acceso directo al archivo por parte del personal autorizado, se habilitará una sala para que investigadores y público en general pueda consultar estos fondos. Sumará 165 metros cuadrados divididos en dos niveles, con varios puestos de lectura ubicados en un altillo. Moriyón explicó que en la actualidad la demanda de consultas es pequeña, algo que asoció «a la dificultad que comporta tener que pedir los fondos, esperar a que los traigan y demás». Los fondos de la hemeroteca, por ejemplo, solo se pueden consultar en la biblioteca de La Arena y en el Archivo Municipal (Torre del Reloj), previa solicitud. La empresa que gestiona la colección tiene un único servicio de entrega a la semana, para el que cada uno de estos centros tiene limitadas sus peticiones a un máximo de 30 tomos. Una vez recibido, el volumen solo puede consultarse durante un máximo de quince días antes de regresar a Asipo. «Cuando todos los fondos estén disponibles aquí, quizás se incremente la labor investigadora y el interés del público en general», confió la regidora, quien añadió que, de lo contrario, este espacio siempre podría usarse como sala de estudios en épocas de alta demanda.

También en la planta baja, con entrada desde La Merced, habrá un salón de actos con 130 butacas que dispondrá de equipos de proyección que en podrían ser utilizados para el Festival de Cine, aunque con el hándicap de su bajo aforo. Se descarta el traslado de las oficinas del FICX al edificio, «porque entendemos que han de quedarse en el piso que ocupan ahora, donde están muy contentos». En el futuro la intención es llevarlas a Tabacalera.

La ocupación de la planta baja de la Escuela de Comercio se completará con la reserva de dos estancias, de 125 metros cuadrados cada una, para la Oficina de Información Juvenil. Aunque en un principio el gobierno proponía ubicarla en el primer piso, en la reunión celebrada ayer con el resto de grupos se acordó bajarla a nivel de calle, para facilitar el acceso a sus usuarios. El espacio que dejará libre en la planta baja del Antiguo Instituto lo ocupará la Oficina de Normalización Llingüística, hoy relegada, en ese mismo inmueble, «a un pasillo donde se sienten aislados y que no es una ubicación digna para el desempeño de sus funciones».

En la primera planta destacarán las salas de estudio, con un total de 250 metros cuadrados de espacio distribuidos en dos estancias. Habrá asimismo una sala de exposiciones de 125 metros cuadrados pensada para el barrio. En ella tendrán cabida muestras similares a las que se pueden encontrar en los diferentes centros municipales de la ciudad pero no en la zona centro, al no tener encaje en la oferta expositiva del Antiguo Instituto.

Por sorteo o antigüedad

También se dedicará a exposiciones el vestíbulo de la segunda planta, un espacio diáfano de 235 metros cuadrados. En este piso, finalmente, se reservarán cuatro estancias de 124,08 metros cuadrados cada una para el Ateneo Obrero, el Ateneo Jovellanos, la Sociedad Cultural Gijonesa y la asociación cultural Gesto. Ocuparán las cuatro esquinas de la planta, aunque aún no está decidido cuál irá en cada una de ellas. Las ubicaciones mostradas ayer en los planos -los mismos que acompañan esta información- eran meramente ilustrativas a la espera de que las entidades se distribuyan estos espacios «no sabemos si por sorteo o por antigüedad», planteó Moriyón.

Tras su reapertura, la instalación pasará a estar gestionada por la Fundación Municipal de Cultura e inicialmente se plantea que su horario sea el mismo que rige en el Antiguo Instituto.

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