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El doctor Álvarez Obregón, en su despacho. Debajo, con una foto de la boutique La Lucha, que le fue confiscada a su familia en Cuba.
Adiós al doctor Álvarez Obregón

Adiós al doctor Álvarez Obregón

«Era un apasionado de la cirugía, la natación y el Sporting», recuerda el cirujano Pablo San Miguel, «compañero de batallas de Raúl»

P. LAMADRID

Jueves, 22 de junio 2017, 00:42

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La comunidad médica de la ciudad y la región recibió ayer con gran pesar la noticia del fallecimiento del doctor Raúl Álvarez Obregón a los 69 años. Quien fuera jefe del servicio de Cirugía General del Hospital de Cabueñes entre 1997 y 2012 permanecía ingresado en el HUCA desde el domingo, cuando sufrió un derrame cerebral. «Era una persona formidable; muy activa, nadaba todos los días», apuntó la alcaldesa, Carmen Moriyón, quien compartió parte de su vida profesional con Álvarez Obregón. La regidora se congratuló de haber asistido al congreso de colon que organizó el hijo del fallecido, en el curso del cual coincidió con el desaparecido doctor.

«Me vienen a la memoria muchísimos recuerdos», indicó Moriyón, pues su marido -fallecido en 2009-, el cirujano José Ramón Rodríguez-Galindo, también formaba parte del servicio liderado por Álvarez Obregón. «Tengo un recuerdo magnífico de él. Éramos compañeros de batallas desde 1979», señaló el cirujano Pablo San Miguel, visiblemente afectado por la pérdida.

Miembro del mismo servicio que Álvarez Obregón, destacó que el fallecido era «un apasionado de la cirugía, la natación y el Sporting». En tantos años, son incontables las experiencias compartidas. De ahí que el doctor San Miguel no pudiera quedarse solo con una. «Recuerdo todo lo que hemos vivido juntos», subrayó. Francisco Cantero también trabajó codo con codo con Álvarez Obregón. «Era un gran profesional; trabajaba como el que más, daba ejemplo al resto», apuntó.

Cantero destacó los logros cosechados por el fallecido, que no fueron pocos, según los testimonios ofrecidos por sus compañeros. «Fue un hombre que logró evolucionar hacia la laparoscopia», una técnica quirúrgica que Álvarez Obregón introdujo en Cabueñes. «Empezó con ella y conseguimos ponerla a pleno rendimiento en el hospital», explicó el cirujano. En este sentido, otra de las bondades destacadas por Cantero fue su interés por el aprendizaje: «Tuvo la virtud de haberse mantenido formado de por vida, conservó la excelencia y eso no es nada fácil».

Operó en Estados Unidos

Parte de esa formación la recibió en Estados Unidos. Precisamente, su primera intervención como cirujano la realizó en ese país, en el hospital donde se encontraba haciendo la residencia. Raúl Álvarez Obregón estuvo ligado a Gijón casi toda su vida, aunque no nació en la villa de Jovellanos. Vino al mundo en La Habana el 25 de diciembre de 1947. Abandonó Cuba cuando contaba 13 años. Embarcó solo rumbo a Asturias, la tierra de su padre, que era natural de Luces (Colunga). Sus progenitores decidieron enviarle a España para huir de la revolución encabezada por Fidel Castro.

Estudió la carrera de Medicina en Salamanca y llegó al Hospital de Cabueñes en septiembre de 1976. Por aquel entonces, el equipo estaba formado solo por siete cirujanos. En 1997, accedió al puesto de jefe del servicio de Cirugía General, en el que se jubiló en diciembre de 2012. Además, formó parte durante años del equipo médico de la plaza de toros de El Bibio. Deja viuda, Pilar Laso, y dos hijos, Carlos y Elena. Sus restos mortales serán incinerados mañana, a la una, en el tanatorio de Cabueñes. El funeral será, a las seis, en la iglesia parroquial de Santa María de Sábada, en Lastres. El lunes, a las ocho de la tarde, se celebrará una misa en su memoria en La Asunción.

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