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Víctor Huberto Obeso, gestor de la ludoteca del Chas, y su asesor jurídico, Miguel García Olivares.
La ludoteca también reclama al Chas

La ludoteca también reclama al Chas

Los adjudicatarios invirtieron 35.000 euros en 2014 y ahora el club quiere desahuciarlos para entregar el espacio sin inquilinos al Ayuntamiento

E. C.

Miércoles, 28 de junio 2017, 01:52

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Entre los muertos que Miguel Salvador López dejó en el armario del Chas, el contrato para la construcción de pistas de pádel parece ser el más gravoso, ya que pone en juego una reclamación por un millón de euros, pero hay otros compromisos que parecen abocar a nuevos pleitos, como ocurre con la ludoteca.

Huber y Ana Animación firmó el 1 de junio de 2008 un contrato con el Chas, en aquel momento a través del entonces presidente Andrés Domingo, para prestar un servicio de ludoteca durante ocho años, sin saber que los terrenos en los que debería desarrollar su actividad no pertenecían a la sociedad hípica. Todo fue razonablemente bien, en todo caso, hasta que en febrero de 2014 el nuevo presidente, Miguel Salvador López, requirió a los adjudicatarios para renovar el contrato, con mejora de las instalaciones que requerían una inversión mínima de 35.000 euros, a cambio de una prórroga que, en este caso, situaba en quince años la vigencia del acuerdo, de forma que el gasto pudiera ser amortizado.

El Chas entró poco después en concurso de acreedores y la actividad social se redujo muy considerablemente, con el consiguiente efecto en la cifra de negocio de la ludoteca, pero podría interpretarse que esa circunstancia entra dentro del natural riesgo empresarial. Lo que ya no es tan normal, según el gerente de Huber y Ana Animación, Víctor Huberto Obeso, es que el Chas quiera ahora desahuciarlos en virtud de un acuerdo con el Ayuntamiento «en el que no participamos, pero que sí nos perjudica» y que compromete al Chas a devolver «sin inquilinos» los terrenos municipales que viene ocupando.

El procedimiento de desahucio, según el asesor jurídico de la empresa, Miguel García Olivares, no llegó a prosperar, probablemente por el sinsentido que supone que alguien quiera echar a alguien de un espacio que no es suyo, pero el problema para los adjudicatarios de la ludoteca continúa porque la incertidumbre es un obstáculo insalvable para contratar las actividades que hasta el pasado mes de marzo venía desarrollando. «Podemos comprometernos a organizar un cumpleaños mañana, pero no unas colonias de verano, por ejemplo, porque no sabemos si dentro de un par de semanas vamos a seguir», afirma Víctor Huberto para explicar que no puede seguir con el negocio, porque «la incertidumbre nos está asfixiando», ni dejarlo, porque tiene una inversión sin amortizar que quiere recuperar.

El último contrato especifica que si la vigencia del mismo no se agota, el Chas deberá reintegrar la inversión realizada, así que los gestores de la ludoteca están dispuestos a reclamar por vía judicial, si antes no se llega a un acuerdo, la ya citada cantidad de 35.000 euros.

El abogado de Huber y Ana Animación considera que la orden de desalojo recibida del Chas y la misma iniciativa de desahucio son motivo más que suficientes para considerar que el contrato ha sido roto por el club hípico y procede, por lo tanto, exigir la penalización prevista en el mismo.

Por otra parte, tanto el empresario como su letrado aseguran que el contrato que les une al Chas no puede ser una sorpresa para la actual directiva, que preside Jesús Kocina, y poco importa si Miguel Salvador López estaba facultado o no para suscribir ese tipo de contrato en nombre del Chas, aunque no hubiera sido aprobado el asunto en asamblea, porque hasta hace pocos meses recibían los 500 euros mensuales estipulados como alquiler sin problema alguno.

Dos soluciones

Respecto a la solución posible, solo ven dos: o garantizar continuidad para que el negocio pueda seguir desarrollándose con normalidad o afrontar la cláusula derivada de la ruptura del contrato. «Lo que no es de recibo es que nadie quiera hablar ni responsabilizarse de nada», concluyen.

El asunto, al parecer, tiene también repercusión en el acuerdo del Chas con el Ayuntamiento, ya que la representación municipal quiere quedar totalmente al margen de lo que en el futuro pueda deparar el polémico contrato. En ese sentido, García Olivares apunta que, según sus noticias, el Ayuntamiento no solo quiere recibir la parcela sin inquilinos, sino con garantías de que no tendrá que asumir la indemnización en el caso de que haya que acabar pagándola por resolución judicial.

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