Borrar
Urgente Se desata un incendio en un bloque de viviendas de La Corredoria, en Oviedo

Adiós definitivo a El Jardín, un icono de la noche gijonesa

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

Viernes, 11 de mayo 2018, 02:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

EL COMERCIO
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial
La sala de fiestas pone fin a más de sesenta años de historia por motivos económicos y la incompatiblidad de su actividad con un entorno cada vez más residencial

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios