-¿Por qué son tan reticentes a negociar con el PSOE la moción de censura contra Carmen Moriyón?
-Lo primero que analizamos es de dónde partimos y qué pasó en 2015. Las fuerzas de izquierda no se pusieron de acuerdo en Gijón y consideramos que hubo un acto de generosidad y valentía política tanto por Mario Suárez del Fueyo, en Gijón, como por Ana Taboada, en Oviedo. Mario, pudiendo ser teniente de alcalde, decidió volver a trabajar en el colegio para liderar la oposición. Fue un sacrificio personal, al igual que hizo Ana en Oviedo, dándole la Alcaldía a la lista menos votada, la socialista. Pero el PSOE asturiano pactó los presupuestos con el PP, apostó por Agustín Iglesias Caunedo, en Oviedo, por Mariano Rajoy, en Madrid... Luego, José María Pérez encabezó la candidatura del 'javierismo' y el 'arecismo' en las primarias socialistas. Pero, al mismo tiempo, Mario se deslomó día y noche contra el gobierno municipal de Foro, con una oposición constructiva y logró conquistas, que no es fácil.
-Pero ahora parece que la situación ha cambiado...
-Está claro que el análisis de la ciudad de Gijón también nos preocupa, porque el gobierno de Carmen Moriyón, asesorada no sé por quién, empieza a incumplir los acuerdos alcanzados con Xixón Sí Puede en materia de ayuda a domicilio, la renta social o la lucha contra la contaminación. Hay una sensación amplia de parálisis en el Ayuntamiento por una gestión ineficaz. Es un fin de ciclo en el gobierno de Foro y por eso no nos extraña que Carmen Moriyón diga que se va al Principado. Pero creemos que la alternativa, más que la moción de censura, es un debate pertinente porque el gobierno está paralizado y no encaja con nuestro modelo de ciudad.
-Eso es lo que quieren cambiar IU y el PSOE, ¿no le parece?
-Plantean una alternativa de gobierno de izquierdas, pero yo prefiero mirar las políticas concretas. En Gijón también luchamos contra la corrupción, como ocurrió en El Musel, que el Tribunal de Cuentas pide ahora cantidades millonarias a personas de confianza del Gobierno de Areces. Es importante, porque lo que defendemos no son tanto las etiquetas sino las políticas y los compromisos. Hay que echar a las políticas de austeridad y de corrupción. Y demostrarlo con hechos.
«Barbón está en tensión»
-Pero, ¿el PSOE asturiano no ha cambiado?
-Lo hizo influido por la presión de Podemos. Adrián Barbón está en tensión porque ha cambiado el discurso y no confronta las herencias del pasado. Recompuso las relaciones con Javier Fernández y vuelve a avalar la candidatura de José María Pérez, a pesar de que es un modelo impugnado por la militancia socialista. Vuelven a intentar reconstruirse con la misma gente que puso a Rajoy en La Moncloa, gracias especialmente a la FSA.
-Pero ustedes han ayudado a los socialistas en determinados momentos...
-Pero hay una lógica. Nosotros pusimos a Wenceslao Fernández y a Pedro Sánchez sin pedir contrapartidas. Eso está bien y refleja generosidad. Por eso nos sorprenden algunas declaraciones.
-¿E Izquierda Unida?
-La unión de IU y Podemos tuvo en tres elecciones consecutivas más votos que el PSOE, lo que indica que representamos un espacio propio a reivindicar. Creo que tanto Ramón Argüelles como Alberto Garzón tienen la aspiración de construir una alternativa al bipartidismo y lo importante es que nos une más a IU que a los partidos que gobernaron tantos años. Tenemos que sintonizar entre nosotros para empujar al PSOE, como se vio en el Congreso.
-¿Confía en que ese es el análisis de Argüelles y Garzón?
-Ellos comparten que la primera alianza tienen que ser entre nosotros, desde el respeto a la diversidad. Tiene que haber acuerdos estratégicos. No es aceptable que seamos incapaces de conseguir que se cambien las actuales políticas, pero la generosidad no es eterna.
«Trabajo conjunto»
-¿No tienen confianza en aquello que suponga lo que llaman 'arecismo'?
-Antes que esa confianza tiene que haber un trabajo conjunto entre IU y Xixón Sí Puede, que es lo que plantean Argüelles y Garzón. Y es el que tiene que liderar este movimiento de cambio en Gijón para que el PSOE no vuelva al pasado. Tenemos que echar a las políticas nocivas para la ciudadanía. El propio Mario Suárez dijo que no quería encabezar la moción de censura, pero sí reivindica ese espacio. Ese es el horizonte que tenemos que construir, independientemente de la moción, que es una decisión de Podemos en Gijón, ahora o dentro de doce meses.
-Pero los contactos que ha habido fueron entre IU y el PSOE...
-Es equivocado con el espacio real que existe en Asturias. Primero se tienen que concretar los cambios políticos, para ver si nos creemos de verdad que hay una Asturias diferente. Los pasos del PSOE son positivos porque permiten más colaboración, pero hay dos fuerzas que tiran de los socialistas con políticas de cambio.
-¿Cómo ve una moción de censura para solo nueve meses?
-Es una decisión que corresponde a Podemos Gijón. Ahora son las primarias y después, el debate. Pero lo importante es el análisis de la necesidad de un cambio, quién lo tiene que liderar y cómo avanzar. El cambio llegará ahora o en doce meses, pero llegará, porque la propia salida de Moriyón significa la agonía de un modelo de ciudad. Sería un error entrar en estrategias de regate corto, porque el horizonte tiene que ser a largo plazo.
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