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L. MAYORDOMO
GIJÓN.
Sábado, 16 de junio 2018, 03:06
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La situación en que ha quedado el edificio polivalente de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón tras las intensas lluvias del pasado lunes es «preocupante». Lo reconocieron ayer tanto el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, como el consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso. La tromba de agua anegó siete de los módulos situados en la planta baja del edificio que, según las previsiones iniciales, tardarán unos meses en recuperar la normalidad. Con todo, la intención de la Universidad es acortar al máximo los tiempos para que la actividad puede retomarse «cuanto antes».
Lo primero, señaló ayer el consejero de Educación, es «conocer, evaluar y cuantificar los daños» ocasionados por las inundaciones. Un «acontecimiento desgraciado», dijo, que ha supuesto importantes pérdidas y «algunos daños de difícil reparación».
En este sentido, el rector evitó ayer avanzar una valoración económica, ya que las cifras que se están manejando son «estimaciones» y «podrían aumentar» tras un análisis más a fondo. Solo el área de Teoría de la Señal, un departamento que sufrió inundaciones en ocho de sus salas y que consta de instalaciones de alto coste, cifra sus pérdidas materiales en un millón de euros. Pero, «aunque recibiéramos pronto la financiación necesaria para reparar los daños, inevitablemente estaremos parados un tiempo, por lo que no podremos atender ciertos contratos con empresas y paquetes de proyectos que teníamos en marcha», puso de manifiesto el catedrático del departamento de Teoría de la Señal, Fernando Heras.
Preguntado por la situación de la EPI tras participar en Oviedo en la presentación del nuevo Museo Prerrománico de San Martín de Salas, Santiago García Granda señaló que ya hay una comisión universitaria haciendo inventario de lo perdido por la riada y que un perito evaluará el estado de los equipos e instalaciones de la EPI afectados por la entrada del agua. Asimismo, recordó que la Universidad dispone de un seguro que se hará cargo de las consecuencias de este «importante siniestro».
El rector expresó su preocupación por la situación del edificio polivalente de la EPI, con una ubicación que lo hace «muy vulnerable». Por eso reclamó a las administraciones su implicación para evitar que vuelvan a producirse siniestros de este tipo. Fue un mensaje que dirigió directamente a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, al Gobierno del Principado y al Ayuntamiento de Gijón.
En este sentido, Genaro Alonso, señaló también ayer que el equipo rectoral aún no se ha puesto en contacto con la Consejería de Educación ni con la Dirección General de Universidades. Consideró que lo «urgente y obligado» es conocer primero los daños y aseguró que, por el momento, no se ha hablado de ninguna otra medida.
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