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Los profesores jubilados frente al Ayuntamiento, junto a concejales y el grupo folclórico Trebeyu.. JOAQUÍN PAÑEDA

Punto final a una vida de maestría

Una treintena de profesores se jubilan reclamando una mejora del sistema

LAURA CASTRO

GIJÓN.

Martes, 26 de junio 2018, 02:45

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Se despiden con una sensación agridulce de sus incontables horas de enseñanza en las aulas y con la satisfacción de haber sido piedra angular del discurrir de miles de jóvenes. Una treintena de profesores de Gijón se jubilaron este curso con el convencimiento de que a la educación todavía le queda mucho margen de mejora.

«En los últimos diez años el mundo cambió, pero la escuela no. Seguimos con un modelo antiguo y ahora se trata de enseñar a buscar y a construir la información y no de memorizarla», señaló Alfonso Acebal, quien trabajó como orientador los últimos 18 años en el instituto Número 1. Compartía su sentir Beatriz Quirós, también docente de Educación Secundaria pero en el Rosario Acuña. Recordó los últimos veinte años en este centro donde toda la plantilla docente «como una familia unida, luchó y sigue haciéndolo para mejorar el panorama y exigir cambios». Para Quirós, ser profesora va más allá de enseñar en un aula, pues la esencia de esta vocación «reside en contribuir al avance de un sistema que es fundamental» para la sociedad.

Sin embargo, la mejor sensación, dicen, es la de comprobar que quienes fueron sus alumnos les recuerdan con cariño cuando son adultos. «Todo nuestro trabajo merece la pena cuando nos encontramos con ellos y nos reconocen todo lo que hicimos por ellos. En el día a día ves el fruto de lo que haces por lo que van aprendiendo, pero el verdadero agradecimiento llega varios años después», destacó Carmen Fernández, maestra de Primaria durante 25 años en el colegio La Inmaculada.

«Una huella imborrable»

Los docentes dejan «una huella imborrable» en sus alumnos, valoró la concejala de Educación, Montserrat López, durante el homenaje que el Ayuntamiento de Gijón rindió a los docentes jubilados.

Ahora tienen por delante un «merecido descanso, tras su buen hacer contribuyendo a poner los cimientos de una sociedad que aspira a crecer y a ser mejor. Gracias por ser testigos y protagonistas de la educación», finalizó la edil.

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