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P. LAMADRID
GIJÓN.
Miércoles, 22 de noviembre 2017, 01:07
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Vehículos policiales, un camión de bomberos y varias ambulancias de Cruz Roja ocuparon el corazón de la ciudad a mediodía de ayer. Este despliegue, acompañado por un estruendo de sirenas, generó mucha expectación entre los numerosos viandantes que transitaban por la plaza Mayor y las calles adyacentes. Pero no había motivo para alarmarse: se trataba de un simulacro organizado por el Ayuntamiento con motivo del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, que se celebró el pasado domingo.
Una colisión-frontolateral entre dos coches, en plena plaza Mayor, fue el punto de partida del dispositivo. En el interior de ambos vehículos, cinco víctimas reclamaban auxilio. Los primeros en llegar fueron dos motoristas de la Policía Local para ver la magnitud del siniestro. «La primera cuestión que se plantea en estos casos es evitar que se produzcan más accidentes», explicó Rafael González, subinspector del área de Tráfico. Uno de los agentes procedió a abrir una vía de emergencia, mientras el otro atendía a las víctimas. «Sirenas. A ver quién viene», le dijo al grupo de alumnos del colegio público Jovellanos que presenciaban el simulacro tras las vallas de contención.
Eran más motoristas, seguidos por un camión de bomberos. Los profesionales del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamentos de Gijón se dispusieron a colocar estabilizadores en los vehículos para evitar movimientos involuntarios que pudieran afectar a los ocupantes. A continuación, varias ambulancias accedieron a la plaza Mayor. «Es importantísimo que las víctimas reciban atención sanitaria desde el primer momento para ver el orden en el que los tenemos que extraer», explicó Javier Álvarez, jefe técnico de bomberos.
Ante la imposibilidad de sacar a algunos de los ocupantes con seguridad, los bomberos utilizaron herramientas hidráulicas para cortar parte de la carrocería de los vehículos. «Colocamos un 'film' adhesivo para evitar que los vidrios salten hacia a las víctimas cuando realizamos esta operación», indicó Álvarez. Después, se colocaron unas mantas de protección para que las aristas vivas de la carrocería no dañasen a los bomberos, los sanitarios y los ocupantes que debían ser evacuados.
En el simulacro, que duró alrededor de cuarenta minutos, participaron cinco bomberos en prácticas, que entrarán en servicio a principios de diciembre. «La coordinación entre los medios solo se logra practicando», destacó Álvarez. Al terminar, los presentes guardaron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas en accidentes de tráfico.
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