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El metrotrén, una peligrosa atracción

El metrotrén, una peligrosa atracción

Grupos de jóvenes acceden sin dificultad al túnel. La infraestructura es una de las zonas preferidas para la conocida como exploración urbana e, incluso, algunos han llegado a navegar con lanchas neumáticas

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Domingo, 15 de octubre 2017, 05:53

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Los jóvenes cada día encuentran nuevas maneras de divertirse. Una de las que está de moda en los últimos años es la llamada exploración urbana o 'urbex', como dicen los introducidos. No deja de ser aventurarse en lugares abandonados, en muchos casos sin tomar conciencia del peligro que supone. Es lo que está ocurriendo últimamente en Gijón, donde pandillas de muchachos se dedican a 'explorar' el túnel del metrotrén, un lugar a más de veinte metros de profundidad, inundado, sin luz y que puede presentar, además de estructuras en mal estado, falta de oxígeno en unos lugares y presencia de gases nocivos, en otros. Además, estos aficionados a divertirse en un lugar tan peligroso no encuentran ninguna dificultad para hacerlo.

Suelen entrar grupos de unos seis muchachos, aunque aseguran que han bajado ya «más de treinta, algunos incluso a plena luz del día». Eso da muestras de que los accesos al túnel no están vigiladosni, mucho menos, clausurados. Estos expedicionarios realizaron incursiones al metrotrén por dos lugares diferentes. Uno, siempre hacia las once de la noche, por la trampilla existente en la calle Pintor Antonio Suárez, en Las Mestas. El segundo, pasada la medianoche, por la zona del 'solarón', frente al Museo del Ferrocarril. «No había ningún control ni cámaras de vigilancia», aseguran.

La primera pregunta sería por qué hacen esto. La respuesta es simple: «Porque está 'guay' entrar en los sitios. Nos enteramos de que había este túnel y empezamos a ver por dónde se podía entrar». Y lo tuvieron fácil, en Google encontraron todas las respuestas, hasta con fotografías.

Su primera incursión fue por Las Mestas (por aquí llegaron a bajar hasta tres veces). Tras levantar una trampilla con sus propias manos, se encontraron con unas escaleras normales que comenzaban a bajar. Calculan que descendieron unos seis o siete pisos hasta que se encontraron con el túnel inundado. El agua llegaba a la altura de una tubería que recorre todo el hueco del futuro tren. «En el ambiente había algo de calor, pero el agua estaba fría y cristalina», apuntan. Y se adentraron en el túnel caminando sobre la tubería, «no iba a pasar nada, porque si caímos solo era agua lo que había». En esta zona estuvieron veinte minutos, pero ya tenían en la cabeza otra expedición. Localizaron el acceso por el 'solaron' y ya se pertrecharon con linternas «compradas en un 'chino'» y dos lanchas neumáticas de las de ir a la playa, con sus infladores y remos, aunque una de las embarcaciones «se nos pinchó». Aseguran que nunca estuvieron preocupados por su seguridad. Con una barra de hiero que encontraron, pudieron levantar la tapa para después bajar por un amplio andamiaje hasta llegar al túnel. Pero sufrieron una pequeña decepción: «Creíamos que iba a haber más agua. Tuvimos que caminar un buen tramo hasta que pudimos usar las lanchas». Casi dos horas estuvieron de exploración en este caso, aunque tienen claro que «no volvemos, porque ya lo vimos. 'Moló', porque es un metrotrén y la gente no sabía que lo había». Confiesan que nunca vieron ninguna vigilancia y la única cautela que tuvieron que tomar en sus exploraciones fue «una vez dejar que pasara un coche en la zona de Las Mestas antes de levantar la tapa metálica».

Ya entraron en otros lugares abandonados, como la antigua fábrica de Rubiera, en Les Quintanes. Ahora, están a la búsqueda de un pueblo abandonado, pero a buen seguro que irán mejor pertrechados que con 'linternas del chino'.

Lo que hace este grupo de jóvenes y muchos otros de su ambiente es una temeridad, tal y como aseguraron los geólogos después de que representantes de Xixón Sí Puede accedieran al metrotrén para denunciar su estado de inundación. Tal es así que corrieron riesgo de muerte. El problema es que la atmósfera del túnel es potencialmente peligrosa y explosiva, ya que el bombeo de agua y la ventilación están cortados desde 2014. Puede haber concentración de gases como metano, dióxido de carbono y ácido sulfhídrico, sin contar una baja proporción de oxígeno en el aire. Ademas, se calcula que todavía se filtran al túnel 3 ó 4 litros de agua por segundo.

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