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Personal de la empresa pirotécnica manipula los explosivos.
1.600 kilos de pólvora para la noche de los Fuegos más 'grandona'

1.600 kilos de pólvora para la noche de los Fuegos más 'grandona'

La colección que se lanzará esta medianoche desde el cerro de Santa Catalina durará 26 minutos y 40 segundos

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Martes, 14 de agosto 2018, 20:41

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En 2016 fueron 1.000 kilogramos, el verano siguiente se superó la tonelada y éste, desde el cerro de Santa Catalina, se lanzarán 1.600 kilos de pólvora, algo que pocos lugares de España podrán afirmar este verano. Morteros, carcasas, candelas, monotiros y baterías están ya dispuestos para el momento en que el reloj marque la medianoche y se dé la orden. Entonces, el cielo se iluminará y los miles de espectadores que miren hacia arriba desde San Lorenzo, Poniente o prácticamente cualquier rincón de la ciudad verán, oirán y sentirán «magia, intensidad y emoción».

Así lo promete Juan Manuel Humanes, responsable comercial de Pirotecnia Ricardo Caballer, S. A. (Ricasa), la empresa adjudicataria del espectáculo de los fuegos artificiales de la Semana Grande. Es la primera vez que esta compañía valenciana se encarga de los Fuegos y su gerente, Ricardo Caballer, afronta la tarea con «mucha ilusión y presión». Más allá de la sobrecogedora cantidad de material explosivo que se empleará, tiene claro el objetivo: «Escribir colores en el cielo y hacer disfrutar a la gente con la pirotecnia, que es puro directo». Hoy en día también es electrónica: el espectáculo, completamente pirodigital, se controla desde cinco ordenadores que garantizarán que pase lo que pase el artificio saldrá adelante. «No hay nadie con una mecha», tranquilizan los organizadores, sino que cada una de las máquinas tiene dos baterías y cada ordenador se encarga de ocho zonas. En total, cuarenta áreas que aseguran el disparo en caso de cortocircuitos, además de «minimizar el riesgo».

Los especialistas son reacios a desvelar el diseño lumínico y sonoro, pero sí adelantan que durante 26 minutos y 40 segundos el cielo de Gijón vestirá 52 conjuntos cromáticos diferentes. Y «únicos, diseñados y programados especialmente para ser lanzados desde el cerro y hacerse visible en toda la ciudad». Dado que el castillo de fuegos artificiales estará inspirado en la triple efeméride que el Principado celebra este año, la pirotecnia teñirá el firmamento de tonos representativos. Así, el verde reflejará el centenario del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga; los colores rojo, blanco y dorado del manto representarán el centenario de la coronación canónica de la Santina de Covadonga y el plateado simbolizará el XIII centenario de los orígenes del Reino de Asturias.

Por supuesto, en la oscuridad de la noche se verán efectos clásicos como los llamativos Crossettes, los sauces o las palmeras lloronas de Kamuro, uno de los favoritos del público. Tampoco se perderán su cita con Gijón los bombardeos de truenos, relámpagos o sauces, así como ruedas, colas, ondas, globos o lentejuelas, que irán acompañados de impactantes conjuntos sonoros.

«Apoteósico»

Según apuntan los responsables, cuyo proyecto se adjudicó por 63.000 euros, el espectáculo va a tener «un ritmo trepidante» y constará de principio, bombardeo de trueno y un final «como le gusta a la ciudad». Es decir, «apoteósico», de tres minutos y medio y entre 1.500 y 2.000 bombas que se encargarán de dejar patente que en Gijón, el día de Begoña entra sonando a lo grande.

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