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La alcaldesa escucha una de las intervenciones en el Pleno. DAMIÁN ARIENZA

El Ayuntamiento de Gijón afronta un «parón» por el rechazo a las modificaciones presupuestarias

La oposición se niega a respaldar nuevos gastos no contemplados en la prórroga mientras no se aclaren los detalles del futuro plan financiero

Iván Villar

Gijón

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Viernes, 16 de febrero 2018, 03:02

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El equipo de gobierno de Gijón se topó ayer con el primer obstáculo de la prórroga. En un Pleno en el que, como recordó el portavoz de IU, Aurelio Martín, debería haber presentado un proyecto de presupuestos para 2018, vio cómo la oposición rechazaba dos de las tres modificaciones que pretendía hacer sobre las cuentas prorrogadas para atender gastos que no tuvieron cabida en el decreto aprobado en diciembre. La única que prosperó corresponde a la novación de diez préstamos antiguos (con 76,2 millones de euros aún pendientes de amortización) que se han cambiado de banco para lograr una rebaja de intereses y el ahorro a largo plazo de un millón de euros. Y ni siquiera ahí logró el apoyo unánime de la Corporación, pues Xixón Sí Puede se abstuvo al considerar «incoherente» que uno de los nuevos contratos se haya cerrado con Liberbank, «con quien estamos en litigios».

De las dos modificaciones rechazadas, la principal incluía 16,5 millones de euros para hacer frente a inversiones como las obras que se están llevando a cabo en Tabacalera (2.056.200 euros), la reforma del complejo deportivo de La Calzada (1.095.100), la construcción de una escuela infantil en Contrueces (846.209), la cubierta de la pista polideportiva de Cimavilla (660.000), el inicio de la nueva sede de la Policía Local (300.000) y la construcción de un nuevo campo para fútbol femenino junto a La Cruz (100.000). Incluía también 5,1 millones de euros para anualidades ya comprometidas dentro del programa de subvenciones para la rehabilitación de fachadas y los fondos necesarios para atender las obligaciones contraídas con Gijón al Norte (2.871.000) y ZALIA (1.687.200). «Algunos de estos gastos son compromisos ineludibles, por contratos o, en el caso de las fachadas, porque no afrontarlos supondría un incumplimiento de las bases. Y en las obras, que fueron consensuadas o aprobadas en presupuestos participativos, no aprobar el gasto supondría un retraso innecesario y un parón», argumentó la concejala Ana Braña, quien añadió que la modificación tenía el visto bueno de la Intervención municipal y que no comprometía la situación económica del Ayuntamiento pese al reciente anuncio de que en 2017 se incumplió la regla de gasto.

Sus argumentos no convencieron a la bancada de la izquierda, mayoría en la Corporación, que votó en bloque en contra. Solo PP y Ciudadanos apoyaron la modificación, «porque corresponde a anualidades de obras que es necesario continuar o que surgieron de mandatos plenarios». «Y porque no hacerlo supondría parar la inversión municipal», incidieron.

Menos apoyo tuvo aún la segunda de las modificaciones, con 729.000 euros para una veintena de convenios con entidades que se quedaron fuera de la prórroga, como la Banda de Música de Gijón (180.000 euros), la Cámara de Comercio (40.000), el Ateneo Obrero (7.500) y el Ateneo Jovellanos (7.500), únicamente respaldada por Foro. La edil de Hacienda remarcó que el grueso de los convenios eran los mismos que ya estaban en el presupuesto de 2017 «contra el que solo votaron Ciudadanos y el PSOE», reprochando de este modo el resto de grupos que no los apoyasen ahora. Añadió que la única novedad era el que se pretende firmar con el Centro Especial de Empleo APTA «para sacar de su casa a 25 chavales». «¿Qué les decimos ahora que esperen porque la oposición tiene dudas?», planteó.

Un debate «tramposo»

El portavoz socialista, José María Pérez, reprochó al equipo de gobierno «el debate tramposo de que la responsabilidad de que no haya dinero será de la oposición cuando hay proyectos de estas modificaciones que llevan dos años con presupuesto, como la escuela infantil de Contrueces». Consideró que para decidir sobre cualquier nuevo gasto la Corporación debería conocer antes «cuáles son las previsiones del plan económico financiero» que ha de elaborar el Ayuntamiento. También la edil Nuria Rodríguez, de Xixón Sí Puede, apuntó que ninguna modificación presupuestaria puede ir desligada de ese plan de ajuste y planteó a Foro posponer la votación de sus propuestas dos o tres semanas. «Este grupo no va a caer en ningún juego ni en nada que podría no tener solución. Retiren estos puntos y encuentren una vía de diálogo», dijo.

Foro rechazó el guante, recordando que para elaborar ese documento la ley le da un plazo de mes a partir del momento de presentación del cierre presupuestario. «¿Y ustedes quieren que lo hagamos en quince días y solo con datos estimatorios? Nos marcan un ritmo que no nos impone ni el Ministerio de Hacienda y parece que quieren que hagamos mal el plan», consideró Braña. La edil recordó que la superación de la regla de gasto tuvo lugar porque el equipo de gobierno «cumplió con lo que nos pidieron (Xixón Sí Puede e IU) para poder aprobar el presupuesto de 2017, que era poner en marcha la renta social municipal, y ha ejecutado el 90% del gasto social comprometido».

El portavoz de IU, Aurelio Martín, aseguró que «nuestro objetivo no es bloquear, sino negociar» e indicó que «sin tener el conjunto de la información económica que afecta a toda la anualidad y a las siguientes, no seremos capaces de acertar en cuáles son las prioridades para el Ayuntamiento. Nos pueden pedir responsabilidad a los grupos, pero una cosa es eso y otra darles un cheque en blanco».

Pablo González, del PP, señaló que, pese a la «excepción» que hizo su grupo para apoyar la modificación destinada a inversiones, también consideraba necesario no comprometer nuevos gastos hasta que se presenten las previsiones del futuro plan de ajuste, «que no queremos que se resuelva subiendo impuestos a los gijoneses como ocurrió con los que hubo durante los gobiernos socialistas». Añadió que su voto en contra de la modificación presupuestaria correspondiente a los convenios también se debía a su rechazo a alguno de ellos, como por ejemplo el de la Semana Negra. Señaló que en el presupuesto del certamen para 2018 hay previstos 170.000 euros de beneficio, cifra similar a los 175.000 que solicitaba como ayuda y que Foro rebajaba a 100.000 en su propuesta. «¿Puede consentirse que pidan dinero al Ayuntamiento para que sea su beneficio?», rechazó.

José Carlos Fernández Sarasola, de Ciudadanos, consideró «de sentido común no gastar más de lo que tenemos» y recordó que ante las alertas sobre un posible incumplimiento de la regla de gasto ya pidió a mediados de 2017 «que se paralizase la segunda convocatoria de la renta social». Reprochó a Foro que se base en la reducción de deuda para defender su buen hacer económico, «cuando ha sido consecuencia más de la aplicación de la ley de estabilidad que de la buena gestión. Dejen de engañar a los gijoneses».

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