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Sábado, 12 de agosto 2017, 03:20
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No hace dos años que Andrés Roca Rey tomó la alternativa de Enrique Ponce, en Nimes (Francia). Pero el joven peruano, nacido en Lima, lo tiene claro: es matador de toros. Así lo lleva demostrando durante toda la gran temporada que esta haciendo y así vino a hacerlo a Gijón, donde debutó en la tarde de ayer. «Me siento muy bien y estoy contento de poder estar aquí en una tarde tan bonita», explicaba. Una tarde inolvidable para Roca Rey, que consiguió dos orejas y salir a hombros de El Bibio.
Alabado por la crítica, el diestro de 20 años sabe que, a pesar de a su corta edad y haber ganado varios galardones, ponerse delante de un toro no siempre es fácil. «Son muchas las cosas en las que piensas. Tienes miedo, responsabilidad, tienes ganas de poder hacer lo que más te gusta y, sobre todo, mucha ilusión por tener la oportunidad de demostrarlo y por sentirte torero», manifestaba. Por ello nunca lleva ningún tipo de amuleto consigo. Pide respeto a su trabajo. Sabe que la ilusión y la dedicación son las claves para seguir los pasos de los más grandes.
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