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Raquel Arribas.

«Crucé el puente dos horas antes, pudo haberme tocado a mí»

Asturianos en Londres recuperan la normalidad en una ciudad donde «la sensación de miedo es menor que la que nos llega desde España»

aida collado

Martes, 6 de junio 2017, 02:41

No es que la sensación de tranquilidad, antes de los atentados del sábado por la noche en Londres, fuese absoluta. Después del ataque de Mánchester, «ya estábamos en alerta máxima y así seguiremos». El ovetense Ignacio Caicoya, de 29 años, lleva cinco en la City dedicado a su pasión, los efectos visuales para el cine. «Ya nos habían avisado de que pasaría algo y podemos estar seguros de que seguirá pasando», reconoce con cierta resignación. Pero no es exactamente miedo lo que él y quienes le rodean sienten. «Es verdad que puede pasar algo en cualquier momento y que intentas andar con ojo, es inevitable pensar en ello al entrar en el metro o ir a un concierto, pero no puedes vivir con miedo y encerrarte en tu casa. Además, en una ciudad tan grande, la posibilidad de que te toque es ínfima», explica. El terrorismo se ha convertido, como el Brexit, en prácticamente un tabú y, aunque los ánimos no son los mejores, la capital de Reino Unido se recupera mientras asume que, muy posiblemente, la barbarie se convertirá en rutina. Es así incluso para quienes se sintieron cerca de la tragedia.

Es el caso de Raquel Arribas. Esta avilesina de 27 años había quedado con unos amigos para comer en Borough Market y realizar, sin saberlo y con dos horas de antelación, el mismo itinerario pero en dirección opuesta que por la noche siguieron los terroristas. Habían comenzado a comer a las cuatro en Padella, «horario español», y después se entretuvieron paseando y comprando algunos de los famosos postres que se ofrecen en el mercado. Se sentaron. Charlaron. Iban a coger un autobús para atravesar el London Bridge (Puente de Londres) e irse de compras al otro lado del río, pero decidieron continuar con el paseo y atravesarlo caminando. Eran las ocho de la tarde. Dos horas después, volviendo sobre los pasos de la asturiana, la furgoneta descontrolada. Los apuñalamientos. La confusión. El terror, en el mismo puente y en el mismo mercado donde había pasado la agradable tarde de sábado. En ese momento, ella ya se encontraba, aunque muy cerca, a salvo, en un autobús parado en Monument Station. «Había un tráfico muy inusual para un sábado por la noche. Un chico se sentó a mi lado y dijo que le habían evacuado de la estación de metro», relata. Poco después, The Guardian enviaba un aviso a su teléfono móvil que daba respuesta a todas sus preguntas. «Fue más tarde cuando me dí cuenta de que me podía haber tocado a mí», recuerda.

Raquel, licenciada en Periodismo, trabaja en el departamento de marketing de una empresa de construcción, cerca de Borough Station. Ayer por la mañana, de camino al trabajo, «estaba cortado, no pasaba ningún coche por el puente, solo los peatones. Y desde London Bridge Station hasta el mercado no podía pasar nadie, ni para acceder a sus oficinas. Un agente de Policía me dijo que llamase al trabajo, por si no llegaba, pero al final accedí al edificio dando un rodeo».

Sin embargo y a pesar de todo lo relatado con anterioridad, Raquel está convencida de que «no considero que haya miedo. Hay más en España. Creo que estáis más asustados de lo que lo estamos aquí», se sincera. Su familia y amigos se pusieron en contacto con ella casi a la vez que se enteraba de lo que ocurría. Entiende su preocupación pero, al final, todo se reduce a una sencilla aseveración: «Estamos en alerta, pero la vida sigue».

El gijonés Javier García trabaja en Harrods y desde el sábado son muchas las preguntas que se le han pasado por la mente. Desde el aviso a la Policía hasta que se abatió a los terroristas pasaron ocho minutos: «¿Es una reacción rápida? ¿Lo harían más rápido en otro lugar? ¿Me sentiría más seguro si de camino al trabajo viese a veinte policías en vez de a diez?». Para algunas tiene respuesta. «Al final, si un loco quiere hacer una locura creo que la haría con diez o con veinte policías».

Los tres saben que el debate está en los recortes efectuados en materia de Seguridad. Lamentan que algunos medios «desinformen» sobre lo ocurrido o «exageren» el temor que, en mayor o menor medida, se intuye entre la niebla londinense.

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