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Un flujo de lava de una de las grietas volcánicas. AFP

Las impresionantes imágenes de lava del volcán Kilauea en Hawái

Alrededor de 2.000 personas han sido evacuadas de sus hogares debido a los flujos de roca fundida y al gas tóxico de dióxido de azufre

Reuters / ep

Honolulu

Miércoles, 23 de mayo 2018, 22:36

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Un nuevo flujo de lava del volcán hawaiano Kilauea, que entró en erupción hace tres semanas, se dirige hacia una planta de energía geotérmica después de que la lava destruyera este martes un almacén en una de sus instalaciones. Los trabajadores de planta geotérmica de Puna Venture (PGV, según sus siglas en inglés), que suministra un 25 por ciento de la energía de la isla de Hawái y se encuentra cerrada desde el 3 de mayo, han tapado el último de los tres pozos profundos para reducir los riesgos de emisión incontrolada de gases tóxicos en caso de una inundación por lava.

Se trata del último desafío al que se enfrentan las autoridades durante lo que los geólogos denominan como una erupción simultánea sin precedentes en el Kilauea y de grietas volcánicas. Un flujo de lava de una de las grietas llegó este lunes a la instalación de la planta geotérmica y destruyó uno de sus almacenes, según la portavoz del gobierno del condado de Hawái, Janet Snyder.

Además, otra grieta se ha reactivado este martes y ha provocado que un flujo de lava se dirija de nuevo a la planta, según ha informado la Defensa Civil del Condado de Hawái a través de su cuenta en la red social Twitter. Snyder ha señalado que ninguno de los pozos se encuentra en peligro, ya que el flujo apenas se mueve y aún se encuentra a varios cientos de metros de la planta.

La última erupción explosiva en el Kilauea ha cubierto con una nube de cenizas la Isla Grande de Hawái, según ha informado el Observatorio del Volcán de Hawái en un comunicado. «Las comunidades a sotavento deberían estar preparadas para la caída de cenizas mientras continúe esta actividad», ha advertido el comunicado.

Una fase más violenta

La planta geotérmica se cerró el pasado 3 de mayo cuando entró en erupción el volcán en lo que los geólogos han considerado el peor evento vulcanológico del último siglo. Unos 227.000 litros de pentano inflamable han sido retirados de la zona. Los pozos de la planta recorren entre 1.830 y 2.438 metros bajo tierra para aprovechar el agua extremadamente caliente y el vapor que se usa para hacer funcionar las turbinas y producir electricidad. Aproximadamente a 4,8 kilómetros al este de la planta en la costa, nubes nocivas de vapores ácidos y partículas finas de vidrio llenaron el cielo cuando la lava llegó al océano desde dos flujos. El laze, un término que combina las palabras «lava» y «neblina» en inglés, se forma cuando la lava en erupción, que puede alcanzar los 1.093 grados centígrados, reacciona con el agua del mar. Es potencialmente mortal si se inhala.

La erupción del Kilauea, que ya ha generado casi dos docenas de fisuras que expulsan lava, entró en una fase más violenta este fin de semana, produciendo grandes volúmenes de roca fundida por fisuras. Al menos 47 viviendas y otras estructuras han sido destruidas en la zona de Lilani Estates y Lanipuna Gardens, en el distrito de Puna y un hombre resultó gravemente herido este sábado. Además, alrededor de 2.000 personas han sido evacuadas de sus hogares debido a los flujos de lava y al gas tóxico de dióxido de azufre. Varios cientos se encuentran en tres refugios instalados por la Cruz Roja.

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