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Una trabajador traslada material electoral.
El Gobierno asegura que la participación en Egipto está siendo alta

El Gobierno asegura que la participación en Egipto está siendo alta

"Parece que nada puede amendrentar al pueblo egipcio", ha dicho el titular de Interior sobre la primera jornada electoral, salpicada con disturbios esporádicos

Enrique Rubio (EFE)

Lunes, 26 de mayo 2014, 06:53

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Egipto acude hoy y mañana a las urnas para elegir el nuevo presidente, que con toda probabilidad será el mariscal Al Sisi, el hombre que dirigió el golpe de Estado contra el presidente depuesto Mohammed Mursi. Los colegios electorales han abierto a las 09.00 de la mañana (hora local) cuando varias personas hacian cola en decenas de colegios electorales para depositar su voto. En total, 54 millones de personas de personas están llamados a resolver esta contineda que enfrenta al jefe del Ejército con el izquierdis Hamdin Sabahi. Aunque la jornada está transcurriendo con normalidad, este clima de tranquilidad ha sido roto por

Las fuerzas de seguridad han empleado gases lacrimógenos para dispersar a simpatizantes del expresidente Mohamed Mursi, derrocado en un golpe de Estado en julio del año pasado, durante esta jornada, la primera de las dos jornadas de votación de las elecciones presidenciales egipcias.

En la localidad de Kerdasa, a las afueras de El Cairo, los agentes se han empleado contra decenas de simpatizantes de Mursi que intentaban impedir el acceso a un colegio electoral, según informa el diario estatal 'Al Ahram' en su edición digital. Kerdasa fue tomada por milicianos islamistas en agosto, durante la ola de protestas contra el golpe de Estado contra Mursi. Tras un mes, las fuerzas de seguridad lograron entrar en la localidad y restablecer el orden. Luego, en enero, se reprodujeron los disturbios con motivo de la votación del referéndum de ratificación de la nueva Constitución egipcia.

Por otra parte, siete estudiantes han sido detenidos cerca de la Universidad de Zagazig, capital de la gobernación de Sharqiya, en el delta del Nilo. Los estudiantes fueron detenidos durante una concentración de seguidores de Mursi que corearon consignas contra la Policía y el Ejército.

También hay noticia de disturbios en Delga, en la gobernación de Nilo Superior. Al parecer, los manifestantes lanzaron piedras contra efectivos que hacían guardia en una comisaría. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos. Delga también estuvo durante un tiempo bajo control de milicianos islamistas el pasado mes de agosto y pasaron dos meses hasta que fue recuperada por las fuerzas de seguridad.

La ley aprobada en noviembre obliga a solicitar autorización previa para cualquier manifestación, una norma muy criticada por la oposición y los grupos de defensa de los Derechos Humanos.

En cualquier caso, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, ha destacado que las elecciones están transcurriendo con tranquilidad y que hay una alta participación. "Por lo he visto hasta el momento, nada puede amedrentar al pueblo egipcio", ha afirmado.

Tanto la Alianza Nacional en Apoyo a la Legitimidad, coalición liderada por la organización islamista egipcia Hermanos Musulmanes, como varios grupos revolucionarios han pedido la abstención en protesta por el golpe de Estado contra Mursi y la "contrarrevolución" impulsada desde entonces por las autoridades.

Descontada la victoria (salvo en caso de cataclismo impensable) de quien es conocido como 'El Mariscal', el mayor interés radica en comprobar cuántos egipcios acudirán a refrendar con su voto el nuevo "statu quo" del país y cuántos respaldarán a Sabahi como el hombre llamado a liderar la oposición en el futuro. Por ello, es previsible que el nivel de participación arroje más luz sobre el apoyo real a Al Sisi que el propio porcentaje de la victoria, que se espera holgada.

Los Hermanos Musulmanes piden la abstención

Los Hermanos Musulmanes y sus grupos afines han pedido a sus seguidores la abstención en los comicios, que califican de "farsa", al igual que grupos juveniles como el Movimiento 6 de Abril, que consideran que las elecciones no se celebran en un entorno democrático. Frente a esta campaña, tanto Al Sisi como las instituciones del Estado egipcio han multiplicado los llamamientos a votar de forma masiva. El último en pronunciarse ha sido el presidente interino, Adli Mansur, colocado en el cargo por el propio Ejército tras el golpe militar contra el islamista Mohamed Mursi del pasado julio.

Egipto será escenario de "dos nuevos días de epopeya de la democracia por un futuro mejor y un mañana brillante", dijo Mansur hoy en un discurso televisado a la nación, al tiempo que reclamó una "amplia participación". Pese a que el mandatario proclamó que "el Estado mantiene la equidistancia hacia los dos candidatos y no influirá en la elección de los ciudadanos", varias ONG como el Centro Carter han denunciado que esa imparcialidad no ha existido durante la campaña, en la que las instituciones se han alineado con Al Sisi.

Especial interés ha mostrado el Gobierno en conseguir que los jóvenes se acerquen a los colegios electorales para participar en la votación. En privado, los altos funcionarios egipcios reconocen que su mayor preocupación es comprobar la indiferencia que siente la juventud hacia el proceso que vive el país, tras los reveses que sufrido la revolución que derrocó a Mubarak en 2011. Esa desafección fue evidente en el referéndum constitucional celebrado en enero, y existe alarma ante el hecho de que los acontecimientos que ha vivido el país en los tres últimos años hayan bajado del tren a una numerosísima parte de la población

Jóvenes, en primera fila

En un alarde de optimismo, el primer ministro, Ibrahim Mehleb, aseguró ayer que "los jóvenes van a estar en la primera fila de los votantes". Los 13.899 colegios electorales abrirán sus puertas a las 09.00 hora local (06.00 GMT) y las cerrarán doce horas más tarde, en una cita que será supervisada por más de 16.000 jueces. Tras un episodio grotesco la semana pasada, finalmente la Unión Europea desplegará una misión de observadores, que se unirán a los de otros organismos multilaterales como la Unión Africana y a los de ONG locales e internacionales.

Además de los llamamientos al boicot, planea sobre las elecciones el temor a un acto terrorista o acciones violentas que puedan condicionar la participación. Las autoridades han anunciado que un total de 181.912 militares y más de 25.000 policías serán desplegados en el país, dentro de un operativo que incluye el desalojo de las residencias universitarias, donde se alojan los jóvenes pro islamistas más combativos en la calle. Por si acaso, como esto es Egipto y se acerca el verano, el servicio meteorológico estatal ha lanzado un prudente aviso a los votantes: que no olviden una sombrilla o un paraguas, además de un botellín de agua, si acuden a votar entre el mediodía y el atardecer.

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