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Varias personas rinden homenaje a las víctimas junto al puente de Londres.
Londres pide 24 o 48 horas más para identificar a Echeverría

Londres pide 24 o 48 horas más para identificar a Echeverría

Los expertos británicos solo confirmarán si se encuentra entre los fallecidos o heridos tras cotejar su ADN

Melchor Sáiz-Pardo

Martes, 6 de junio 2017, 11:50

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Las autoridades británicas han comunicado al Gobierno español que necesitarán entre 24 y 48 horas más para identificar si Ignacio Echeverría se encuentra entre los siete fallecidos del atentado del pasado viernes en Londres. La familia del español se encuentra en Londres desde primera hora de la tarde, aunque, al cierre de esta edición, no había participado en ninguna tarea de identificación visual, tal y como pretendían. Los padres del Echeverría, que se encuentran en en la embajada, esperaban al menos poder participar en reconocimientos fotográficos de los heridos y los fallecidos. No obstante, las autoridades judiciales del Reino Unido no dan validez a este tipo de reconocimiento. Los expertos británicos, que no han podido cotejar las huellas enviadas desde España por falta de calidad y por incompatibilidad técnica entre sistemas, han recurrido al ADN tanto de restos biológicos del desaparecido como de su familia.

Ignacio Echeverría, de 39 años, desaparecido la noche del viernes en las inmediaciones del London Bridge tras intentar defender a una mujer que estaba siendo apuñalada por los yihadistas, es una de las siete víctimas mortales del atentado. Todos los indicios, según revelaron fuentes del Ejecutivo español, apuntan a que este madrileño (residente en Las Rozas) y de orígenes gallegos (nació en Ferrol) fue atacado por la espalda por los yihadistas, a los que se enfrentó armado solo con un monopatín de madera.

La diplomacia española tiene una primera versión de lo ocurrido, gracias al testimonio de los amigos que acompañaba al desaparecido y cuyo relato ya está en poder de las autoridades policiales y judiciales españolas. Echeverría había estado practicando su deporte favorito, el skateboard, en un parque cercano a los hechos, al sur del Támesis. Tras varias horas de piruetas en sus monopatines, sobre las diez de la noche (hora británica) el grupo decidió volver a casa en bici. El camino era largo. Echeverría vivía a ocho kilómetros del Puente de Londres, en 17 de Joshua Street, en la periferia este de la ciudad, cerca del London City Airport. Y la ruta más corta era encaminarse al London Bridge para cruzar el río, pasando primero por la concurrida zona de Borough Market.

Fue allí donde y siempre de acuerdo con la versión de los acompañantes- se toparon de cara con el atentado, sin saber exactamente de qué se trataba porque no habían visto el atropello previo en el puente. El grupo contempló como uno de los terroristas, cuchillo en mano, intentaba agredir a una mujer. Pensaron en un posible atraco. Echeverría se tiró literalmente de la bici y, solo con su monopatín como arma, trató de defender a la víctima.

En ese momento apuntan sus amigos- al menos otro terrorista (otros testigos hablan de dos yihadistas) se abalanzó por la espalda contra el español. Y, a partir de ahí, los testigos no pueden aportar muchos más datos, porque sus amigos huyeron. Los testimonios coinciden en que Echeverría quedó tendido en el suelo, pero nadie se atreve a precisar con qué clase de heridas.

Entre las confirmaciones de los fallecimientos se encuentra una enfermera de 28 años. En una carta de despedida que acompaña una foto sonriente de la víctima mortal, identificada como Kirsty Boden, sus parientes aseguran que la joven falleció tras ser apuñalada por uno de los asaltantes cuando corría para ayudar a otra víctima, publica el diario "Sydney Morning Herald".

"Ella era la persona más extrovertida, amable y generosa y quien amaba ayudar a la gente (...) ayudar era lo que le gustaba hacer, ser enfermera era su vida (...) Ella corrió hacia el peligro, en un intento de ayudar a las personas y allí perdió la vida", se indica en la misiva. "Estamos orgullosos de su valiente acción que demuestra su altruismo (...) no solo esa noche, sino durante toda su vida", continúa el escrito de los familiares que piden privacidad en su periodo de duelo.

La primera víctima mortal del ataque que ha sido oficialmente identificada por su familia y cuyo nombre se facilitó a través de un comunicado emitido por el Gobierno de Canadá es Christine Archibald, de 30 años y original de ese país.

La muerte del británico James McMullan, de 32 años, aún no ha sido confirmada oficialmente, pero su hermana Melanie declaró ayer a "Sky News" que la tarjeta bancaria de James fue hallada en uno de los cuerpos y que la familia cree que hoy serán informados de su fallecimiento.

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