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Dos mujeres cataríes realizan compras ante el cierre de fronteras.
Preocupación de las empresas asturianas por el bloqueo a Catar de los países del Golfo Pérsico

Preocupación de las empresas asturianas por el bloqueo a Catar de los países del Golfo Pérsico

Trump apoya la campaña de Arabia Saudí, mientras Alemania considera «muy peligrosa» la táctica de atizar conflictos entre países de Oriente Próximo

a. collado / afp

Miércoles, 7 de junio 2017, 02:12

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Las empresas asturianas con intereses en Catar no ocultan cierta preocupación por el hecho de que Arabia Saudí y otros cinco países árabes hayan roto sus relaciones diplomáticas con el emirato, al que acusan de apoyar al terrorismo. Buena parte de su inquietud viene de que el gobierno saudí ha ordenado el cierre de todas las conexiones por tierra mar y aire. Decisiones así les hacen contemplar posibles dilaciones en sus trabajos.

Es el caso de Talleres Zitrón que, según informó ayer la TPA, teme retrasos en las obras de instalación del sistema de ventilación del metro de Doha que está realizando. A la espera de lo que ocurra, como prácticamente toda la comunidad asturiana en Catar, desde la compañía aseguran que la situación es tranquila, pero recuerda que el ritmo de los trabajos les obliga a enviar ventiladores de forma contínua. De hecho, realizan unos dos embarques mensuales de entre seis y ocho piezas. La próxima remesa está prevista para dentro de quince días, pero dicho traslado se suspendería ante la simple sospecha de que no pudieran ser descargados en su destino. Un contratiempo que se suma a la huelga de la estiba en los puertos españoles.

Cabe recordar que el año pasado, el Principado alcanzó los 23 millones de euros en sus exportaciones a Qatar. Duro Felguera o Thyssenkrupp, que se encarga de las escaleras mecánicas y los ascensores de la red de metro de la capital del país, también deberán prestar atención a la situación. Como el grupo Coprosa, que trabaja para modernizar el país tanto con edificaciones como con actuaciones en la red de comunicaciones terrestres.

La gijonesa Mónica Menéndez asegura que, «de momento», mantiene la tranquilidad. Desde Doha, confía en que el país se restaure el tráfico aéreo con Dubai antes del 5 de julio, «ya que tenemos billetes comprados para ese día». Por lo demás, informa, «ayer hubo gente que sufrió cierto pánico y desconcierto. De ahí, que se acabara la leche, los huevos y el pollo en el supermercado, ya que gran parte de esos productos vienen de Arabia Saudí». Pero hoy, tranquiliza, «hay de todo en el supermercado».

Menéndez seguirá con su rutina los próximos días. Eso sí, amplía, «estaremos atentos a las noticias permanentemente». No pierde de vista que hace tres años el país ya vivió un conflicto parecido, que se solucionó sin que Occidente fijara la vista en el asunto.

Por otra parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, dio su apoyo ayer a la campaña diplomática y económica de Arabia Saudí y otros países de la región para aislar a Catar. En un inesperado movimiento contra un aliado clave de Estados Unidos, Trump insinuó que Catar, donde se encuentra la mayor base estadounidense en Oriente Próximo, financiaba a los extremistas, respaldando así el bloqueo diplomático contra el emirato.

«Durante mi reciente viaje a Oriente Próximo afirmé que la financiación de la ideología radical debía cesar. Los dirigentes apuntaron a Catar ¡y miren!», escribió en su cuenta de Twitter, refiriéndose a su viaje a Riad el mes pasado. «Posiblemente esto será el principio del fin del horror del terrorismo», tuiteó.

Las primeras consecuencias de la ruptura ya se han hecho patentes, con docenas de vuelos cancelados y el espacio aéreo de los países implicados vetado a los aviones cataríes, mientras que en Doha crecía el temor a una posible escasez de alimentos. Seis compañías del Golfo y EgyptAir suspendieron «hasta nueva orden» sus vuelos desde o hacia Doha, lo que desató quejas de los viajeros.

En Europa, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, acusó a Trump de atizar los conflictos en Oriente Próximo. «Esta trumperización de las relaciones en la región es particularmente peligrosa», afirmó en declaraciones al diario económico Handelsblatt.

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