La selección ya está en España tras un vuelo agitado

La selección española ya ha regresado de Brasil, donde ha completado un Mundial decepcionante tras llegar al torneo como vigente campeón. El equipo, tras imponerse con autoridad por 0-3 en el intrascendente duelo ante Australia que cerraba su participación en la fase de grupos, se dirigió directamente al aeropuerto para despegar cuanto antes de regreso a nuestro país. Finalmente lo pudo hacer a las 19 horas de Curitiba, cinco horas más en España. Lo hizo en el mismo charter que le llevó primero a Washington y después a Brasil.

Debido al enorme peso que transportaba (ya que cargó con todo el material que había movido en varios viajes) y al escaso tamaño de la pista de Curitiba, la aeronave no pudo cargar mucho combustible dado que su carga estaba por encima de los 50.000 kilos por lo que tuvo que repostar en Las Palmas. Fue una parada técnica de unos 50 minutos. No fue la única incidencia, ya que cuando el Airbus de Iberia 330 estaba realizando las maniobras previas al aterrizaje en Barajas, un rayo impactó en el ala derecha del avión minutos antes de aterrizar en Madrid sin ninguna consecuencia. Apenas el susto y la sorpresa general.

Entre los futbolistas españoles había caras serias, pese a que alguno regresó acompañado de familiares como Pepe Reina. En el avión de vuelta no se encontraban todos los internacionales españoles, ya que Diego Costa, Cesc y Piqué se quedaron unos días de vacaciones en Brasil y se marcharon directamente desde el estadio de Curitiba con sus familias.

El incidente de Alba

El regreso ya comenzó con tensión y accidentado porque Jordi Alba amenazó a Javier Gómez Matallanas, periodista del diario As, con «arrancarle» la cabeza. El lateral izquierdo del Barcelona lo hizo, una vez terminado el partido, en la zona mixta del estadio de Curitiba, sin mediar palabra. Jordi Alba no se paró mientras dirigía sus palabras a Matallanas y caminaba junto a Busquets.

Ya en el vuelo de regreso a España, cuando la prensa accedía al avión por la parte delantera, lejos de disculparse, Jordi Alba volvió a atacar a Matallanas. Le llamó «subnormal» y «gilipollas» y le acusó de ser un chivato. Lo hizo delante de sus compañeros de selección que viajaban en clase business.