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Una escena de 'Vámonos pal Campo.... Amorrr', en la que la fabada es parte importante.
Un viaje de magia por el Campoamor

Un viaje de magia por el Campoamor

Un grupo de artistas guía al público por las zonas más destacadas del teatro a través de un espectáculo

ALICIA G.-OVIES

Sábado, 12 de julio 2014, 00:44

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Cuando se asiste al teatro, las luces se apagan y todas las miradas se dirigen a la escena. El resto permanece a oscuras. Cuando las luces vuelven, se sale sin ver apenas nada más. Para dar a conocer las entrañas del teatro bandera de Oviedo, el Ayuntamiento ha organizado la visita teatralizada, 'Vámonos pal Campo... Amorrrr', que ayer arrancó con dos sesiones.

No se trata de la típica visita guiada donde se informa de todos los detalles de la construcción y la larga historia del coliseo. El guión de Enrique Viana logra que se muestren los diferentes espacios del teatro con un tono de humor. El espectáculo, en el que se enlazan zarzuelas, óperas y canciones asturianas, mantiene al público entretenido y participando en todo momento.

La historia comienza en la entrada donde dos mujeres -la cantante Anabel Santiago y la actriz Marta Mardó- reciben al público metidas en la piel de dos hermanas que visitaron el teatro tras la remodelación que se llevó a cabo en 1948. Durante su estancia una de ellas perdió una fórmula y desde entonces siguen en el Campoamor buscándola.

Tras el recibimiento, el público sube al vestíbulo principal de la primera planta y de ahí al Salón de Té situado en el segundo piso. Desde las gradas superiores ven el espectáculo que tiene lugar en el escenario. Todo ello acompañado siempre de la música de la gaita.

Antes de finalizar, los espectadores descienden a la planta de la sala en la que desde las butacas descubren el contenido de la fórmula que ambas hermanas llevan buscando durante tanto tiempo: la receta de la fabada. En ese momento aparece en el escenario una olla con dos actores haciendo de morcilla y jamón, a los que luego se les suman el chorizo y la faba.

Para terminar con esta espectacular y peculiar visita, nada mejor que despedirse desde la zona más importante te un teatro: el escenario. Todo el público asistente -unas 80 personas en la primera función- suben junto con los actores y realizan una reverencia. Sin duda, una magnifica forma de, como dicen en el espectáculo, «retener la magia del teatro».

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