La Cámara renuncia a la concesión del vivero de empresas biosanitarias

En 2010, con el vivero de empresas biosanitarias en obras, el Ayuntamiento anunció que confiaría su gestión a la Cámara de Comercio. Dos años después, su entonces presidente, Severino García Vigón, acudió al Ayuntamiento a firmar el convenio por el que asumiría esta infraestructura y otros programas, pero, en realidad, solo en abril de este año se firmó la concesión del edificio. Tres meses más tarde, el nuevo presidente de la institución, Fernando Fernández-Kelly, solicitó la resolución y el Ayuntamiento tiene previsto aceptarla hoy en junta de gobierno.

La Cámara dio como razones de su desinterés en seguir con el contrato la necesidad de reorganizarse ante la desaparición de las cuotas camerales y la «pérdida de ingresos de la institución, el largo periodo de crisis y el retraso en la apertura del HUCA». El escrito se presentó, curiosamente el 14 de julio, con el Hospital en plena puesta en marcha, y tan solo tres días después ya había sido informado por la responsable de la concesión y la concejalía de Hacienda.

Los técnicos señalan que de las razones aducidas solo la que alude al retraso en la apertura del centro hospitalario de La Cadellada tiene incidencia negativa en la captación de empresas y en la gestión del vivero por parte de la Cámara. Una labor que califican de «manifiestamente mejorable», aunque los defectos de esta no sean «calificables como incumplimientos» del contrato.

La Cámara reclamaba por su labor hasta julio de este año 32.000 euros, que los técnicos rebajan a algo más de la mitad (15.340) tras analizar la documentación, cuantía que ya ha sido aceptada por la institución.

¿El futuro?

El Ayuntamiento tramitará de forma inmediata una nueva concesión para el vivero con la que cumplir los objetivos del plan Urban, a través del cual la UE aportó el 80% de los 2 millones que costó el edificio. Los límites, sin embargo, serán los mismos que tenía la actual: el 31 de diciembre de 2015, fecha tope del programa europeo. De hecho, la Cámara había pedido al Consistorio en su día ampliar el plazo para tratar de hacer rentable el vivero y se encontró una negativa por esta razón.

En realidad, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio llevan meses negociando poner fin a la participación de la entidad en la gestión del Urban, que asumió con una alegría que sus actuales economías no le permiten. Al fondo, ya hay propuestas para un nuevo gestor. El PSOE defendió confiar el vivero, al Centro Europeo de Empresas e Innovación, «por su experiencia y rigor profesional».