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La reina de América, sus damas y un grupo folclórico recordaron ayer los contrastes de su país, Bolivia
El Día de América en Asturias, desde dentro

El Día de América en Asturias, desde dentro

El ágil desfile prioriza las carrozas con música y solo ocho grupos hacen el recorrido a pie

Ana Salas

Sábado, 20 de septiembre 2014, 00:39

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El desfile del Día de América en Asturias reunió ayer a miles de personas que disfrutaron de un pasacalles colorido y muy sonoro, con algunas novedades, como la parada de las carrozas musicales entorno a la plaza de América. Un acontecimiento como este admite pocas modificaciones, destacan siempre los organizadores. Este año, sin embargo, ha habido cambios. Tan solo ocho grupos iban a pie. Los demás iban subidos en carrozas, 13, y todas con música. Para poder disfrutar de los tres cuartos de hora en los que recorrieron parte del centro de la ciudad, -el público le siguió sentado en una de las 800 sillas instaladas para la ocasión, o de pie si se ha preferido ahorrar en este caso-, hacen falta horas de preparación. Hay que elaborar las carrozas, los trajes, ensayar las canciones, los números...

LA 64 EDICIÓN

  • El desfile. El primer desfile del Día de América en Asturias se celebró el 23 de septiembre de 1950. Reunió casi 60 haigas. Ayer, uno en el homenaje a los asturiano emigrados y a los americanos emigrantes y vecinos de la ciudad.

  • Las carrozas. En total, 13 desfilaron. Una de las más vistosas fue la de Argentina en la que cantó una llamativa Anabel Santiago vestida entre asturiana y argentina acompañada por una pareja de baile. El movimiento de la carroza no interfirió en sus pasos.

  • Los pasos. Ocho y junto a la Policía Local y un grupo de moteros con Harley Davidson participaron en el desfile. Los ocho fueron los únicos que hicieron a pie el recorrido un año en el que el pasacalles se motorizó.

El espectáculo empezó a las cinco de la tarde en Independencia, pero mucho antes comenzó en las mentes de los participantes y promotores.

Las horas previas al gran día, al desfile del Día de América en Asturias, sirvieron ayer para ultimar detalles de lo que lució después. Sin duda, hubo nervios y mucha confianza en que saliera todo bien, en que no lloviera, en que no se cayera nadie y en que los fallos fueran los mínimos posibles y que, si pudiera ser, se notasen poco. Lo que pedían se cumplió en un desfile más ágil de lo habitual. Tina Gutiérrez fue una de las encargadas de abrirlo. Desfiló después de la carroza de Brasil con la música de Vaudí y un grupo de baile. La cantante de Mieres agradeció poder sujetarse mientras entonaba 'Paxarín Parleru' al lado de su pianista, Nadia Chaviano. Fue su segunda experiencia y está «emocionada» por poder participar y ofrecer, por segundo año consecutivo, una actuación «en movimiento», que realzó la carroza en homenaje a las mujeres de Valdesoto.

Más ensayos, dos meses, necesitaron los componentes de Petit Pop para subirse a su carroza. Se estrenaron ayer. Antes de subirse, en la losa, Covadonga de Silva, la batería, confesaba estar «expectante» por lo que ocurriría arriba. Ya en pleno espectáculo, en Uría, su batería se movía al ritmo de 'Susanita tiene un ratón'. Era la primera vez que actuaban en una carroza y el resultado, al menos desde el suelo, parecía satisfactorio. El grupo adaptó su repertorio a «canciones relacionadas con la celebración»: América y Asturias.

El toque de las películas americanas lo puso el grupo de Poo de Llanes, ganador del segundo premio en el carnaval con su homenaje al cine mudo. Leo Fernández, que hizo de Groucho Marx, daba en la losa los últimos brochazos a su carroza elaborada por los llaniscos. En Uría había conseguido meterse en el papel y con su característico puro se hacía el interesante correteando de un sitio para otro.

Motorizado, Gerardo Prado, tuvo cuidado para mover los 20 de metros de la carroza encargada de cerrar el desfile, la de la reina de Asturias con la banda de Música Ciudad de Oviedo dirigida por el 'chef' Francisco Vigil que ayer cambió la batuta por una batidora. Homenajeaba a la pastelería ovetense.

Prado tendrá que esperar todo un año para volver a conducir su tractor en el desfile. Pero lo hará gustoso, como Andrés Rodríguez que, muy serio, en su carroza de Cabranes, con las pandereteras de Fitoria, cabruñaba como si lo hiciera habitualmente; o Berna Menéndez, de Valdesoto, esperando que en 2015 pueda volver a desfilar (este año las mujeres le quitaron el sitio), como aquél en el que hizo de mecánico de Fernando Alonso y acabó bañándose en la fuente de la plaza de América. Y hubo muchos otros rostros necesarios para que el desfile del Día de América, homenaje a los asturianos que se fueros y a los extranjeros que han venido a Oviedo, fuera realidad. Ya queda un día menos.

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