El proyecto del museo de Faro crece

El museo de alfarería de Faro, ese que pretende ser una institución «viva y activa» con vocación de convertirse en el motor económico de la zona, acaba de tomar una magnitud «mucho más amplia que requiere un nuevo enfoque general del proyecto». La idea era que la parte museística estuviera terminada este mes, algo que está prácticamente cumplido, y que a partir de ahora y antes de final de año se licitaran los trabajos arquitectónicos, algo que se retrasará hasta 2015.

Porque cuando la arquitecta municipal y los técnicos encargados del proyecto, «que están entusiasmados con el mismo», asegura el concejal de Izquierda Unida, Alejandro Suárez, visitaron la zona llegaron a la conclusión de que las necesidades urbanísticas eran mucho mayores que las previstas inicialmente. En pocas palabras: el centro de interpretación de alfarería de Faro necesitaba más espacio.

«El enfoque general ha cambiado. Lo importantes es hacer las cosas bien, no ninguna chapuza, y que sea aprobado por todos los partidos con representación en el Ayuntamiento», insistió Suárez, cuyo grupo impulsó inicialmente el proyecto. La idea pasa porque el último alfarero de Faro, José Manuel Vega, 'Selito', empeñado en conservar el oficio de su vida, y de la de muchos durante siglos, ceda su taller y muestre su saber a quienes quieran formarse en la elaboración de la cerámica. Junto a esa propiedad, para cuya cesión los técnicos elaboran un convenio que se firmará en breve, se edificará la otra parte del centro, la museística. «El convenio entre el Ayuntamiento y el alfarero lleva aparejada la creación de la Asociación de Amigos de Alfarería de Faro, que participará en el consejo regulador dando garantía jurídica y de gestión a todos», aclaró el edil.

Sobre la parte arquitectónica poco está aún totalmente perfilado. Es probable que el Ayuntamiento tenga que negociar algún terreno, lo que necesariamente implica una nueva partida presupuestaria. En la parte arquitectónica el personal municipal se comprometió a elaborar el anteproyecto y se habla de un concurso de ideas «para ver como va a ser el continente», aunque eso no llegará este año. «Lo ideal sería que el proyecto arquitectónico esté culminado antes de las elecciones», señala el concejal.

Área recreativa y gestión

Dentro de los cambios que acaba de experimentar el proyecto del museo de Faro, se incluye la posibilidad de crear un área recreativa en las inmediaciones de la edificación. «La idea es integrarlo perfectamente en el entorno y habilitar una zona de aparcamientos, porque una de las principales ideas es que se realicen al mismo tiempo visitas escolares», incidió Suárez. Aunque la gestión del mismo aún está por decidir.

Lo que sí adelanta Suárez es que algunas empresas de gestión cultural ya se han interesado por el museo de Faro, pues piensan que puede ser sostenible. «Pueden seguir promocionándose las excavaciones, como la que realizó en Faro la Universidad de Columbia. Eso genera movimiento y también instalar una tienda con la cerámica en el centro de Oviedo que además de vender promocione la existencia del museo y cubra gran parte del gasto que genera».

Siempre sin perder de vista otro de los objetivos del proyecto: que la población local tenga una participación activa, pues durante más de diez siglos Faro ha sido un importante núcleo alfarero que tuvo su mayor época de esplendor en el siglo XVIII, cuando se contabilizaban en la localidad más de 70 alfareros.

La decadencia de la cerámica comenzó entre los siglos XIX y XX con la llegada de la loza y la instalación de la fábrica de San Claudio, hasta quedar un único alfarero. 'Selito' ha reclamado desde hace años la creación de un taller para enseñar la técnica y la creación de un museo para la conservación de la cerámica. Cederá para la exposición del museo su colección personal, que está compuesta por más de 500 piezas.