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I. R.
Miércoles, 4 de marzo 2015, 00:16
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El 24 de octubre de 2011, J. J. S. F. falleció en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En el momento del óbito, la única persona del entorno familiar que se encontraba en las instalaciones sanitarias era un amigo. Fue él quien se hizo cargo de los efectos personales entre los que se encontraban tres tarjetas bancarias de las que se apoderó.
A las semanas de la muerte, el ahora acusado por un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con un delito continuado de estafa utilizó las tarjetas para realizar compras a través de internet por valor de 415,19 euros y pagó en un establecimiento de alterne de la ciudad la cantidad de 2.106 euros. También abonó servicios del mismo tipo en otro club de alterne de Grado por importe de 6.335 euros. En ambos casos falsificó la firma del fallecido.
El Ministerio Fiscal solicita para este hombre una pena de dos años y ocho meses de cárcel y una multa de 2.400 euros.
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