«Vamos a seguir peleando en la calle»

«Readmisión ya. Por el futuro del sector en Asturias. Esperamos que esto tenga arreglo y no tengamos que hacer otra manifestación». Faltaban unos minutos para las ocho y media de la tarde cuando el presidente del comité de empresa de la fábrica de armas de Trubia, Esteban Elorza, terminó de leer ayer ante la Delegación del Gobierno en Asturias el manifiesto que puso fin a una nueva manifestación para exigir a la dirección de Santa Bárbara la reincorporación de los despedidos, celebrada apenas tres días después del último batacazo (la sentencia de la Audiencia Nacional que considera legal el Expediente de Regulación de Empleo).

Un paso atrás que no supone el final de una lucha de la que en mayo se conmemorarán dos años. «Es un punto de inflexión en el conflicto ahora que se cumplen 24 meses. Pero vamos a seguir peleando y preparando los recursos de casación en el Supremo», explicó ayer Luis García, uno de los despedidos. «Llegaremos hasta que el cuerpo aguante y nos deje la salud ante esta decisión injusta», añadió Javier Álvarez, otro de los portavoces del colectivo.

Ambos caminaron tras una de las pancartas en la marcha que salió de la Estación del Norte pasadas las siete, encabezada por el lema 'Por el futuro del sector de defensa en Asturias. Readmisión de los despedidos' La secundaron unos dos millares de personas -1.500 según la Policía Nacional y 2.500, según los organizadores-. Entre los manifestantes destacaron los 104 compañeros llegados en dos autobuses desde La Coruña (cuya fábrica fue cerrada). «Esto es una injusticia sin precedentes. Seguimos luchando por dignidad y compromiso», comentó durante la manifestación el expresidente del comité de empresa de la planta gallega, Roberto Teijido.

«Exigimos su colaboración»

El ensordecedor sonido de los petardos marcó el recorrido de una protesta sin incidentes por Uría, Marqués de Santa Cruz y Calvo Sotelo hasta la plaza de España, donde Elorza leyó el escrito que pensaban entregar al delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, -que no se encontraba- para solicitarle de nuevo su mediación. «Exigimos su colaboración, tomando parte de manera activa y realizando cuantas gestiones sean necesarias a través de los ministerio de Defensa e Industria, para garantizar la continuidad de la actividad», gritó el responsable de CC OO.

Pese a la negativa de la dirección, la plantilla insistió en que con los nuevos contratos -los firmados como el de los 589 blindados para las tropas británicas, o los que se esperan, como el del 8x8- habrá necesidad de más mano de obra a finales de este año. Por eso reclaman que convoque una mesa de negociación y se siente a negociar. «¿Dónde está el problema en rectificar el error cuando las nuevas condiciones por todos conocidas lo permiten?», preguntó el presidente del comité. En la misma línea, los secretarios generales de la Federación del Metal de UGT (MCA), Eduardo Donaire, y de Industria de CC OO de Asturias, Damian Manzano, instaron a la multinacional a la reincorporación de estos trabajadores ante el aumento de trabajo y apuntaron que «sería injusto que contrataran a gente de la calle».

En la marcha participaron, además de los mencionados, otros responsables sindicales como Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino, y otros responsables sindicales de la fábrica, como Mariano Fernández. También de grupos políticos, como los candidatos de Foro e IU a la Presidencia del Principado, Cristina Coto y Gaspar Llamazares, y la diputada regional Pilar Alonso; concejales del Ayuntamiento, como Roberto Sánchez Ramos, Margarita Vega y Manuel Ángel Rodríguez; y el aspirante socialista a la Alcaldía, Wenceslao López; o la candidata de Somos, Ana Taboada, entre otros muchos. No se dejó ver, en cambio, nadie del PP.