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Ana Taboada tras el Pleno.
«Amamos Oviedo y queremos conservar todo lo que nos gusta»

«Amamos Oviedo y queremos conservar todo lo que nos gusta»

La candidata de Somos quiere que el Ayuntamiento sea «una máquina de guerra» contra el desempleo juvenil

Gonzalo Díaz-Rubín

Sábado, 13 de junio 2015, 22:18

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Fuera un lapsus fruto de los nervios o un despiste, el discurso de Ana Taboada, que discurría por los cauces previstos, se llevó toda la atención cuando anunció que presentaba candidatura. El gesto sorprendió a Wenceslao López, que incluso bajó de la mesa para lograr una aclaración. En el resto no hubo sorpresas. «Amamos Oviedo y queremos conservar todo lo que nos gusta, que no es poco», proclamó la abogada. Una declaración de amor por la ciudad, pero también la promesa de hacerla «más justa», de acabar con la «división entre el Oviedo del centro y el Oviedo de los barrios». Proyectos de futuro, como trabajar «por la reindustrialización» del concejo, para crear «empleos de calidad» y que «los jóvenes no se tenga que ir de la ciudad».

Promesas, también, de regeneración democrática, de austeridad y racionalización del gasto, porque «nosotros también tenemos que apretarnos el cinturón». La candidata de Somos anunció que revisarán aquellas obras que pudieran ser innecesarias de las previstas hasta 2018, para cancelarlas y destinar esos recursos a otras prioridades. La primera, que el Ayuntamiento sea «una máquina de guerra contra el desempleo juvenil». Fue la más conreta de los tres portavoces de los grupos de la izquieda, se comprometió a reformar el reglamento de Participación Ciudadana, a suprimir las alcaldías de barrio por los consejos de distrito y anunció el fin de las redes «de amigotes» que saquean los recursos públicos, aprovechándose de los contratos de servicios para el Ayuntamiento, contratos que se comprometió a que serán revisados y fiscalizados con rigor.

«A quienes rechazamos cuatro años más de gobierno del PP, la gente nos exigió que nos entendamos». dijo. No solo lo hicieron, lo hicieron y lo rehicieron, primero por el portazo de la FSA, después porque había ediles del PSOE que no desobedecerían esa orden y así hasta llegar a la solución de ayer.

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