El nuevo gobierno tomará decisiones sobre servicios por 24 millones de euros en los próximos meses
Revisará el contrato de la limpieza y conserjería de edificios municipales y colegios, licitado en 6 millones de euros anuales
GONZALO DÍAZ-RUBÍN
Domingo, 21 de junio 2015, 00:19
En las reuniones se habla poco de ello, pero hay un elefante en la sala. Los tres grupos que apoyaron a Wenceslao López como alcalde compartían en sus programas la necesidad de recuperar servicios públicos que ahora gestionan empresas privadas. En el caso del Ayuntamiento de Oviedo, prácticamente todos. Algunas concesiones, sin embargo, por su plazo, hacen inviable un rescate, reconocen las tres partes. El agua, privatizada en los 1995 por 75 años, es el ejemplo. Otras están más a mano.
En los próximos meses, el nuevo equipo de gobierno en ciernes tomará decisiones sobre contratos millonarios. La más inmediata es la adjudicación del servicio de limpieza y conserjería de los edificios municipales y los colegios que el PP dejó licitado en 6 millones de euros anuales. Con el expediente en marcha se antoja difícil un cambio de rumbo, pero se ha estudiado la documentación, «como muchas otras cosas que hay que revisar», concede un miembro de Somos.
El elefante, sin embargo, es mayor. En febrero vence el contrato del servicio de limpieza y recogida de basuras, que supone cerca de 18 millones de euros y gestiona FCC. La prórroga está prevista en el pliego y cabría denunciarlo, pero los plazos para licitar un contrato de ese volumen, que obliga a pasar por la contratación armonizada de la UE, suponen un límite. Además, montar desde casi cero una estructura nueva para un servicio con el que, según las encuestas, los ovetenses muestran un grado máximo de satisfacción es un riesgo cierto.
Las bolsas castigaron, tras las elecciones, a las empresas de servicios. Casi la mitad de los grandes ayuntamientos cambiaron de manos tras el 24 de mayo y los mercados leyeron que podrían tener problemas con los nuevos gestores para seguir manteniendo el negocio. Además, los tribunales han generado nueva jurisprudencia durante esta crisis. Ayuntamientos, como Albacete, que optaron por municipalizar algunos servicios, lograron que los jueces eliminasen la subrogación del personal. No preocupaba la de los operarios, sino la estructura paralela y clientelar que existía entre los mandos medios de la contrata.
Repensar la gestión
Hay razones, sin embargo, para repensar la gestión. El año pasado, por primera vez, se redujo el número de comunidades que, según los técnicos, separan correctamente sus residuos. La recogida en los portales tampoco convence a los que luego tienen que tratar nuestra basura. Ecoembes, la plataforma que recicla envases, se ha quejado y amenazado con dejar de pagar las bolsas amarillas basura procedentes de Oviedo por su elevada fracción de desperdicios intrusos. El Ayuntamiento acabó por aceptar un precio menor que el que la entidad paga a otros municipios por sus residuos para evitar males mayores. Además, la tasa de reciclaje de la ciudad, aunque ha mejorado muchísimo, no es mejor que la de ciudades con contenedores, un sistema mucho más barato de gestionar.