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IDOYA REY
Domingo, 5 de julio 2015, 00:35
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Uno de los accidentes de tráfico más graves registrado en la ciudad en los últimos años fue el ocurrido en la confluencia de las calles General Elorza y la avenida de Pumarín en 2011. Un joven que conducía sin tener carné, tras haber tomado alcohol y cogido la furgoneta de su jefe sin permiso, se saltó un semáforo en rojo y arrolló a un taxi. En el choque falleció Marco Antonio Menéndez García, de 27 años, quien viajaba en el asiento del copiloto del taxi, quedando gravemente heridas las otras tres ocupantes de la parte trasera. El caso fue juzgado hace justo un año y ahora el Centro Penitenciario de Villabona ha solicitado eximir de parte de la condena a Andrei C. B.
Desde la prisión han enviado un informe al Juzgado de lo Penal número 3 encargado de la ejecución de la sentencia dictada contra el joven de origen rumano. Solicitan que se le conmute la pena que le queda pendiente por la expulsión del país, algo a lo que se ha opuesto la Fiscalía. «El fiscal se opone y considera totalmente improcedente y totalmente injustificada la petición del centro penitenciario de Villabona de eximir de parte del cumplimiento de la condena impuesta, toda vez que el condenado tiene pendiente de cumplimiento penas diversas de multitud de actuaciones delictivas», recuerda el fiscal.
El juicio
Tras el juicio celebrado hace un año, el acusado fue condenado a cuatro años de prisión por una suerte de delitos que incluye el de homicidio por imprudencia grave. El juez consideró a Andrei C. B. autor de los delitos de hurto, de uso de vehículo de motor, de un delito contra la seguridad vial por conducir careciendo de permiso para ello y un delito contra la seguridad del tráfico por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso con un homicidio por imprudencia grave y cuatro delitos de lesiones también por imprudencia grave.
«En la sentencia dictada se deniega expresamente la expulsión del país en tanto cumpla la condena en su totalidad. El fiscal considera que el condenado ha de cumplir la totalidad de las penas que le han sido impuestas en sentencia firme, dado que no es un delincuente primario, que tiene pendiente de cumplimiento variedad de penas impuestas en sentencia firme y dado que no se puede favorecer su impunidad, como pretende el centro penitenciario con la injustificada medida que se solicita», concluye el Ministerio Público.
Tras el accidente el joven quedó en libertad con cargos con la obligación de presentarse los días 1 y 15 de cada mes en los juzgados. Pero antes del juicio entró en prisión por otra causa.
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