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El Ayuntamiento arregla el terrreno del campo de rugby

La situación del campo de rugby es cuando menos anómala

G. D. -R.

Jueves, 3 de septiembre 2015, 00:10

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Técnicos municipales y operarios de Parques y Jardines comenzaron esta semana las tareas para poner a punto el terreno de juego del campo de rugby del Naranco, sede del, ahora, Real Oviedo Rugby. No ha sido fácil. Tras el final de la temporada pasada el campo se descuidó debido a que, en ese momento, arrancaron las obras de mejora comprometidas por el Ayuntamiento. El buen tiempo de la primera mitad del verano hizo el resto. La maleza tomó la mayor parte del campo. Los socios del club, los aficionados y la directiva comenzaron a pedir soluciones. A través de las redes sociales incluso los patrocinadores del equipo hacían presión. Esta semana, el Ayuntamiento puso manos a la obra.

La situación del campo de rugby es cuando menos anómala. Los terrenos son propiedad del Principado y, por tanto, también lo es el terreno de juego y las instalaciones construidas e inauguradas en 1998 por el Ayuntamiento.

La situación nunca se regularizó. El Consistorio asumió el mantenimiento habitual del equipamiento sin incluirlo en el listado de instalaciones municipales ni, por su puesto, en su inventario. Lo hizo a veces con personal municipal, a veces con personal de contratas e, incluso, con planes de empleo. Más de 15 años de uso y los recortes motivados por la crisis, aceleraron el deterioro del conjunto. Cuando empezaron los recortes, encima, un lateral del campo cedió. Tras muchas semanas de presiones, Principado y Ayuntamiento alcanzaron en 2013 un acuerdo para adecuar las instalaciones.

La Administración regional asumió la construcción de una escollera para estabilizar el terreno en 2014 con una inversión de 80.000 euros. Al Consistorio le tocó la parte del león: invertir 400.000 en impermeabilizar la grada, la instalación de una cubierta y adecentar unos vestuarios en los que no había ni agua caliente. La obra concluyó el mes pasado, pero los trabajos impidieron hacer un mínimo mantenimiento del terreno.

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