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El alcalde ante miembros de la Marcha por la Dignidad después de que irrumpieran en el Ayuntamiento.
La Marcha por la Dignidad ocupa el Ayuntamiento de Oviedo y pernocta en la sala de prensa

La Marcha por la Dignidad ocupa el Ayuntamiento de Oviedo y pernocta en la sala de prensa

Una quincena de manifestantes irrumpen en el hall del Consistorio con la intención de colgar del balcón municipal una pancarta con su lema

Idoya Rey

Viernes, 23 de octubre 2015, 00:22

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Las Marchas por la Dignidad llevaron ayer el lema 'Pan, trabajo, techo y dignidad' por todo el país. El alcalde, Wenceslao López, reconocía ayer que era imposible no suscribir ese mensaje, pero otra cosa son las formas empleadas para hacerlo llegar. Porque el alcalde tuvo que lidiar durante dos horas y media para buscar una solución a la ocupación que se vivió en el Ayuntamiento.

Rondaban las 13.20 horas cuando un grupo de dieciséis personas atravesó la puerta de los leones, con sus camisetas amarillas de la Marcha por la Dignidad, para colocarse en el hall frente al salón de Plenos con su pancarta. Querían realizar una ocupación pacífica para colgar su pancarta del balcón municipal y acampar en la plaza del Ayuntamiento, donde estaban previstas actividades ayer. Así querían pasar el tiempo hasta la jornada de hoy, ya que se sumarán a la manifestación de protesta convocada por la Corriente Sindical de Izquierda en la plaza de La Escandalera, coincidiendo con la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias.

Eso era lo que pretendían inicialmente, pero ante su irrupción en la Casa Consistorial tanto el alcalde como el concejal de Somos Rubén Rosón les explicaron que ese no era el modo adecuado y que debían abandonar el Ayuntamiento.

La pasada semana la vicealcaldesa, Ana Taboada, había comentado su intención de realizarles una recepción en el salón de Plenos y que salieran a saludar al balcón. También, que les ofrecerían una instalación municipal para pernoctar. Pero al final la opción elegida por los manifestantes fue la de la ocupación pacífica. «Teníamos pensado una acción simbólica en el Ayuntamiento, porque entendemos que los ayuntamientos son las casas del pueblo. En ningún momento la acción ha sido contra el Ayuntamiento y contra el equipo de gobierno», explicó José Enrique Fernández, uno de los integrantes de la Marcha por la Dignidad.

Desde la entrada del grupo en el Consistorio hasta que salieron rondando las cuatro de la tarde, los mensajes que llegaban a quienes estaban en la calle tan pronto hablaban de un desalojo forzoso (de hecho se vio un grupo de agentes de la Policía Nacional en la puerta del Ayuntamiento) como de acuerdos, mensajes que iban mudando cada pocos minutos.

Las opciones

Pernoctar en un polideportivo, en el salón de recepciones y en las sedes de los grupos municipales fueron algunas de las cartas que se pusieron sobre la mesa. Hasta que al final, en esos tiras y aflojas, la negociación llegó a un pacto: el grupo pasaría la noche y parte del día de hoy, hasta las cuatro de la tarde, encerrado en la sala de prensa del Ayuntamiento, situada en un edificio anexo, donde antiguamente se ubicaba el Café Español.

El alcalde salió con los manifestantes en parte para dar la cara y también para guiarles hasta el espacio finalmente elegido. «Hemos convenido con ellos que la pancarta que querían poner en el Ayuntamiento se coloqué en el edificio de la Oficina de Turismo y que en lugar de pernoctar en el salón de Plenos que usen el local municipal de la sala de prensa. Siempre y cuando se pueda evitar la fuerza, lo haremos. Se ha dialogado y buscado soluciones que no alteren el funcionamiento de esta institución», explicó López, quien recalcó que la ocupación había sido una sorpresa, al menos para él. Lo subrayó quizás sugiriendo que había otros concejales que sí sabían de la cita.

Quien más cercana estuvo de los ocupantes fue la portavoz de IU, Cristina Pontón, que incluso se asomó al balcón de la Oficina de Turismo para colgar la pancarta. IU y el PCA enviaron un comunicado criticando la actitud «inflexible y el poco talante» del alcalde y de Somos ante la ocupación pacífica. El mérito de la solución se la atribuyeron a Pontón.

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