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Ceferino Cimadevilla, presidente de la Asociación Asturiana de Sumilleres, en Gascona.
«La sociabilidad  de la sidra no te   la da el vino»

«La sociabilidad de la sidra no te la da el vino»

Hay veces que un lugar se relaciona intrínsecamente con una persona. Es el caso de Ceferino Cimadevilla con la calle de Gascona

CECILIA PÉREZ

Domingo, 27 de diciembre 2015, 00:16

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Hay veces que un lugar se relaciona intrínsecamente con una persona. Es el caso de Ceferino Cimadevilla con la calle de Gascona. Él es el presidente de la Asociación Asturiana de Sumilleres y Gascona, la calle de la sidra por excelencia en Oviedo. En esta ocasión, protagonista y rincón encajan a la perfección. «Este lugar es una prolongación de mi casa, vivo cerca. También de mi trabajo como sumiller y de mi día a día,. Vengo a diario, prácticamente». Y lo hace porque «sin quedar con nadie siempre encuentras a alguien con quien tomar algo». El presidente de la Asociación Asturiana de Sumilleres la define como una calle familiar, una de las zonas más vivas de la ciudad. «La gente que viene de fuera siempre pregunta por Gascona», asiente.

Cimadevilla, que viene del mundo del vino como buen sumiller, asegura que aumenta día a día el interés por la sidra. «Cuando viene gente de fuera, del mundo de las bodegas, muestran sus ganas de conocer más nuestra bebida autóctona por excelencia».

Él confiesa que su corazón no está partido entre el vino y la sidra: «Hay sitio para los dos», ríe mientras lo cuenta y recuerda el cambio que ha experimentado esta calle a lo largo de los años. «La gran transformación que sufrió Gascona se dio en el momento que la calle cruzó Alcalde García Conde y la parte baja de Gascona se llenó de sidrerías». E insiste en que «esta calle no sería como es sin el trabajo de los hosteleros que regentan las sidrerías y restaurantes de la zona».

Como buen sumiller, Cimadevilla relata las bondades de la sidra, ya no solo como bebida. «Es el ADN asturiano, como decía un amigo. El rito de escanciar es único y hay que ponerlo en valor, porque no hay otro en el mundo». Pero hay más, afirma que «la sociabilidad que te da la sidra no te la da el vino».

Y «en esas está la calle de Gascona», asegura el presidente de los sumilleres asturianos. «En esta calle se apuesta por el producto regional con mercados, concursos y hasta cantares que fomentan las relaciones y la convivencia en torno a la sidra». Pone un ejemplo: «Tengo una pandilla a la que nos gusta cantar. Nos reunimos en cualquiera de las sidrerías de Gascona y nos da por interpretar boleros o cualquier cante que se tercie. La gente participa y pasamos un buen rato». Cimadevilla rememora cuando en las sidrerías existían los carteles que te prohibían, expresamente, cantar en ellas. «Ahora es todo lo contrario. En Gascona encuentras el cartelín 'de n' esti chigre pué cantase'».

Y entre cante y cante, culín y culín, Cimadevilla aprovecha para reivindicar el mundo sidrero en todo su concepto. «Es necesario fomentar la formación, por ejemplo, en la figura del escanciador para potenciar servicios de calidad o los conocimientos necesarios para distinguir las diferente variedades sidreras».

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