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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
El alcalde, sentado, con Sánchez Porras.
El Teléfono de la Esperanza cierra su 40 aniversario con más de un millar de visitantes

El Teléfono de la Esperanza cierra su 40 aniversario con más de un millar de visitantes

El alcalde elogia la labor de la organización «que llega donde no podemos llegar los políticos» y garantiza el apoyo institucional

I. R.

Lunes, 25 de enero 2016, 00:22

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Todo el mundo puede pasar malos momentos que parezcan insalvables en la vida. Por eso, el alcalde, Wenceslao López, resaltó ayer la «encomiable» labor que el Teléfono de la Esperanza lleva realizando 40 años en Asturias. «Llegáis donde no llegamos los políticos», expresó López durante el acto de clausura de esas jornadas para celebrar las cuatro décadas de actividad en la región.

Durante nueve días, 103 voluntarios del Teléfono de la Esperanza han trabajado a destajo en la plaza de Trascorrales, la sede de la celebración, donde se organizaron talleres, conferencias y diferentes actividades, terapia entre otras, para difundir la organización. Y durante los pasados nueve días más de un millar de personas pisaron la plaza. Más de 300 ciudadanos participaron en los talleres desarrollados por el aniversario, más de 700 asistieron a las diferentes conferencias y mesas redondas y se realizaron desde el corazón de El Antiguo 45 horas de terapia. «Tenemos motivos para sentirnos satisfechos», valoraba el presidente de la organización a nivel nacional, Juan Sánchez Porras.

El presidente quiso destacar ante todo la labor de los voluntarios. «Gracias por la generosidad que permite mantener el compromiso del Teléfono de la Esperanza con la gente de esta tierra», insistió. Destacó el espíritu de solidaridad del proyecto, lo mismo que el alcalde, que garantizó el apoyo institucional para la labor. «Tratar de que tengamos una sociedad más justa, de evitar que se padezcan brechas de desigualdad es una labor esencial y desinteresada con algo que nos puede pasar a todos» expresó. Insistió es esa labor que durante cada día de cada década de esos 40 años de vida «ha habido un trabajo continuo y válido. Desde el Ayuntamiento no podemos más que mostrar la gratitud y admiración», concluyó López durante el acto de clausura.

Las gracias le regresaron de las palabras de la vicepresidenta del Teléfono de la Esperanza en Asturias, Beatriz Menéndez Crespo, quien recordó que sin el apoyo institucional ese sueño de hace 40 años no hubiera sido posible. «Si el dolor es parte de la vida no es necesario que vaya acompañado de sufrimiento», recordó.

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