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El Ayuntamiento tendrá que desembolsar alrededor de 30 millones más por el palacete.
El Supremo notifica la sentencia de Villa Magdalena al TSJA para que tase el palacete

El Supremo notifica la sentencia de Villa Magdalena al TSJA para que tase el palacete

La celeridad en el trámite complica los planes del gobierno para demorar a 2017 el pago de los 30 millones de euros

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

Viernes, 17 de junio 2016, 00:27

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Los tiempos del Tribunal Supremo son otros. Los de la la sala tercera, la que se ocupa del orden Contencioso-Administrativo, tienen fama proverbial. Tanta, como para que el Consejo General del Poder Judicial haya decidido poner un límite máximo a la extensión de los recursos de casación (25 folios, obligatoriamente en Times New Roman de cuerpo 12 e interlineado de 1,5) que ante ella se presentan. Tanta, como para que el equipo de gobierno albergase la esperanza de no tener que afrontar el justiprecio de la expropiación de Villa Magdalena hasta 2017.

La nueva norma sobre la extensión de los recursos entrará en vigor el 22 de julio, junto con otras restricciones -deberá justificarse el «interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia»- para reducir su carga de trabajo, pero aún así al Tribunal Supremo le ha dado tiempo ya a notificar el fallo sobre la expropiación y mandar su ejecución al Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

La inusual celeridad -el Ayuntamiento confiaba en que el trámite se aproximase al inhábil a efectos judiciales mes de agosto- complica los planes del equipo de gobierno. El concejal de Economía, Rubén Rosón, todavía sostenía a finales del mes pasado que la sentencia de Villa Magdalena, que supondrá unos 30 millones de euros, «irá para los presupuestos de 2017» y que «aún queda tiempo para elegir la mejor solución, la que sea menos lesiva para los vecinos», para afrontar el pago. Igual no hay tanto tiempo.

El Ayuntamiento, de hecho, está en manos de la sala de lo Contencioso del TSJA, a la que el Supremo notificó su resolución la semana pasada. Si el alto tribunal asturiano no se retrasa en los cálculos, la tasación definitiva y casi inamovible del palacete podría publicarse bastante antes del parón judicial y obligar al Ayuntamiento a renunciar a muchas de las inversiones comprometidas o a acudir a nuevo endeudamiento.

Dos caminos

La sala tercera del Supremo, donde el tiempo se detiene, tardó cuatro años en atender el recurso de la expropiada Comamsa contra la sentencia del alto tribunal asturiano. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias sostuvo, en 2012 y dejando de lado la propia pericial judicial, que el justiprecio de Villa Magdalena ascendía a 21,2 millones de euros. Lo hizo, sin embargo, utilizando «un método no admitido por la jurisprudencia», le revocó el Supremo el pasado mes de mayo.

En el fallo, ordenó al TSJA hacer una nueva y definitiva valoración siguiendo como referencia la pericial de Comamsa, salvo para elevar la edificabilidad más allá del 3,37 metros construibles por metro cuadrado de suelo de la finca como pretendía la empresa. Fue la única buena noticia para los intereses municipales.

De forma aproximada, el Ayuntamiento deberá pagar a la expropiada otros más de 22 millones de euros como justiprecio, a sumar a los 21,2 abonados hasta la fecha. A ellos habrá que sumar los intereses legales devengados desde que Comamsa solicitó la retasación del palacete en marzo de 2007, aproximadamente 16,2 millones de euros, de los que el Ayuntamiento aún tendría que abonar 8 más. En total, el Consistorio deberá desembolsar, como mínimo, otros 30 millones de euros por el palacete.

Si hay que hacerlo antes del presupuesto de 2017, Rosón tendrá que agudizar el ingenio. El equipo de gobierno decidió recortar las inversiones con cargo al remanente de tesorería para dejarse un 'colchón' de unos 10 millones de euros. Hasta, 30, faltan 20.

Dar la batalla

La vicealcaldesa, Ana Taboada (Somos), preguntada ayer durante un acto de campaña de Unidos Podemos por si la prontitud del Supremo perjudicaría los planes del equipo de gobierno, insistió en que «aún hay ciertos márgenes» para oponerse a una ejecución de la sentencia inmediata. «Hay vías en cuanto a la determinación de las cuotas, coeficientes y el cálculo de los mismos para discutir aún. Las única batalla perdida es la que se abandona sin luchar», afirmó parafraseando a Simón Bolivar.

Alguna hay, otra cosa es que sean suficientes para demorar la ejecución hasta 2017. Incluso cuando el TSJA fije el nuevo justiprecio podría el Ayuntamiento tratar de retrasar algo el pago, pidiendo incluso alguna aclaración. Los márgenes son estrechos. La base para calcular el valor del palacete y la finca mal expropiados bajo mandato de Gabino de Lorenzo son los números, salvo la edificabilidad, que presentó Comamsa al pedir la retasación en abril de 2007.

Nada de esto sería así si el PP, en 1998, hubiese cumplido su propio acuerdo de la comisión de gobierno y consignado el justiprecio antes de recurrirlo. No queda nada de los argumentos con los que el TSJA se apartó de la pericial que había encargado el propio tribunal. Para rebajar los 40 millones largos de aquella, los magistrados entendieron que la valoración del suelo debía ser la media entre el polígono fiscal de la plaza de América y el de San Claudio, ya que Villa Magdalena se encuentra en el límite entre ambos. También, que la valoración debía minorarse en razón de que las calles adyacentes soportan mucho tráfico. Ahora, el Ayuntamiento vuelve a estar en manos del TSJA.

No queda más que confiar en la justicia. En concreto, en que sea lenta, al menos esta vez.

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