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Efectivos sanitarios, de bomberos y Policía Local en el lugar del suceso en el número 1 de la calle Joaquín Blume, en el barrio de Ventanielles.
Fallece uno de los intoxicados por la mala combustión de una caldera en Oviedo

Fallece uno de los intoxicados por la mala combustión de una caldera en Oviedo

El otro operario afectado ha sido trasladado al hospital cántabro de Valdecilla para ser sometido a una cámara hiperbárica con el objetivo de «ajustar los niveles de gases en sangre»

elcomercio.ES

Miércoles, 16 de noviembre 2016, 13:17

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Uno de los tres heridos tras resultar intoxicados por monóxido de carbono en Oviedo ha fallecido esta mañana. Se trata de uno de los trabajadores de la empresa encargada del mantenimiento que se encontraba revisando la instalación en el cuarto de calderas ubicado en el sótano del edificio número uno de la calle Joaquín Blume.

Los hechos se produjeron a las dos y cuarto de la tarde de ayer en el barrio de Ventanielles. Por motivos que aún se desconocen, dos operarios y un vecinos resultaron intoxicados por inhalación de monóxido de carbono. El concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, acudió al lugar del suceso y precisó que el origen pudo ser por una mala combustión de la caldera o incluso por una acumulación de gases, según le informaron los agentes de la Policía Local desplazados hasta allí.

Inconscientes

La voz de alarma la dio un vecino del propio inmueble, quien al escuchar ruidos extraños en el cuarto de calderas bajó hasta allí para cerciorarse de lo que ocurría. Cuando llegó se encontró con la presencia de dos personas inconscientes. El residente en el primer piso supo que algo no iba bien y llamó a los servicios de emergencia. Hasta allí se desplazaron varias patrullas de la Policía Local y dos camiones de Bomberos así como dos UVI móvil y una ambulancia. No hizo falta desalojar el edifico: «Nada más llegar, en la parte del silo de los pellets, nos encontramos a los dos trabajadores inconscientes. Los sacamos para que los sanitarios les pusieran oxígeno», explicó Sigfrido Fernández, subinspector del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Oviedo. «El tercer intoxicado, el vecino, salió por su propio pie y fue trasladado al hospital», apostilló el subinspector de Bomberos.

El concejal de Seguridad Ciudadana y los agentes de la Policía Local valoraron la rápida actuación del vecino que alertó del suceso, sobre todo, por no haber accedido al interior de la sala de calderas. Le salvó. «Si no llega a ser por este vecino que no entró y rápidamente llamó a la Policía la tragedia hubiera sido mayor», apuntó el edil, Ricardo Fernández.

Además del fallecido, otras dos personas permanecen ingresadas por intoxicación. Se trata de un segundo operario que ha sido trasladado a Santander para ser sometido a una cámara hiperbárica con el objetivo de «ajustar los niveles de gases en sangre». La tercera víctima, un vecino del edificio que acudió para socorrer a los trabajadores ya ha recibido el alta.

La Policía Científica se ha hecho cargo de la investigación para dilucidar qué pudo motivar la inhalación de monóxido de carbono en la sala de la caldera. Los agentes no pudieron acceder al cuarto de calderas hasta que los bomberos ventilaron el sótano, ya que al carecer de ventilación natural, tuvieron que utilizar varios ventiladores para despejar la zona de cualquier resto de monóxido de carbono.

Revuelo en el barrio

El suceso creó una gran expectación en el barrio de Ventanielles. Muchos vecinos que llegaban del trabajo a sus domicilios se encontraron con la calle Joaquín Blume cortada al tráfico y flanqueda por los camiones de bomberos y los coches de la Policía Local y de la Nacional. El desconcierto de adueñó de los vecinos hasta el punto de que muchos creyeron que se había producido una explosión. «Me dijeron que explotó una caldera», apuntó Rosaura González, vecina de la zona. Nada más lejos de la realidad.

Otros residentes aseguraron que «olía todo el edificio a gas». Algo inviable, ya que el monóxido de carbono es inodoro. Lo que les pudo confundir fue un sutil olor procedente de la combustión de las pastillas de pellets, que presuntamente desencadenaron la emanación del monóxido de carbono y que deberá confirmar la investigación policial.

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