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M. MORO
Sábado, 10 de diciembre 2016, 01:50
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Salió de fiesta por Gijón y a punto estuvo de causar una desgracia al volante en su regreso a casa. La Policía Local de Gijón detuvo el pasado jueves por la mañana a un vecino de Oviedo, de 35 años, acusado de huir de los agentes conduciendo de forma temeraria por el centro de la ciudad a más de 110 kilómetros por hora.
Una patrulla de motoristas de la unidad de Tráfico se fijó en el acusado alrededor de las nueve menos diez de la mañana, cuando se percataron de que el Opel Astra en el que viajaba circulaba en dirección contraria y se saltaba un semáforo en rojo en la calle gijonesa Álvarez Garaya. El conductor continuó su trayectoria, ya perseguido por los agentes, rebasando en rojo todos los semáforos por la Plaza del Humedal, calles Palacio Valdés, Prendes Pando, Constitución, rotonda de Pumarín y autovía Príncipe de Asturias, superando ampliamente los 110 kilómetros por hora.
El acusado continuó por la autopista A-66 en dirección a Oviedo superando los 200 kilómetros por hora. En su huida fue perseguido de cerca por la dotación de un coche patrulla de la unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Local de Gijón. En la autopista, al intentar tomar la salida de Lugones (Siero) perdió el control y chocó contra el guardarraíl, resultando ileso el conductor y con importantes daños su coche. El detenido se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas y se mostró muy agresivo con los agentes de la autoridad de los que quiso en vano escaparse, por lo que tuvo que ser reducido.
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