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Un médico atiende a un afectado mientras la Policía Local toma nota de lo sucedido.
Tres intoxicados por dióxido de carbono en un edificio de Oviedo

Tres intoxicados por dióxido de carbono en un edificio de Oviedo

Desalojan a los vecinos durante dos horas al quintuplicarse los niveles del gas

CECILIA PÉREZ

Sábado, 21 de enero 2017, 02:11

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Un fuerte olor a «queroseno quemado» y la indisposición de un matrimonio disparó las alarmas ayer por la tarde en el número 17 de la calle Albéniz, en el barrio de Pumarín, en Oviedo. Todo ocurrió a partir de las cinco y media de la tarde cuando la pareja, residente en el cuarto piso del edificio, comenzó a sentirse mal. El hombre de 59 años y la mujer de 53 llamaron a los bomberos al sentirse mareados. «Llevaban dos días oliendo a queroseno quemado», apuntó David González, hijo del matrimonio afectado, que llegó al lugar del suceso nada más conocer la noticia. La pareja fue trasladada inmediatamente al Hospital Universitario Central de Asturias, con síntomas evidentes de intoxicación.

Cuando los efectivos de bomberos llegaron al edificio comprobaron que los niveles de dióxido de carbono se habían disparado. «Los límites normales son de entre 300 y 500 partes por millón pero aquí daba más de 2.500 partes por millón», explicó Marta Martínez del Valle, médico de la UVI Móvil. Estos datos fueron corroborados por los bomberos desplazados hasta el lugar del suceso.

Los elevados niveles de concentración del gas obligaron a desalojar a todo el edificio, tarea que llevaron a cabo los agentes de la Policía Local. Veintiún vecinos, entre ellos cinco menores, tuvieron que abandonar sus casas, en un edificio de cinco plantas, durante dos horas. Una vez en la calle, los facultativos médicos examinaron a cada uno de ellos para comprobar si sus «parámetros de oxígeno» eran normales o habían resultado intoxicados. Una mujer de 26 años y vecina del tercero resultó con los niveles alterados por lo que fue trasladada al HUCA.

Los corrillos entre los vecinos desalojados no tardaron en formarse. «No sabemos nada. Solo nos dijeron que había unos niveles elevados de queroseno a partir de la tercera planta», apuntó Ángeles Álvarez, residente del segundo izquierda. «Yo no me percaté de nada. Me miraron y no estoy intoxicado», apuntó José María García, que vive también en el segundo piso del edificio.

Las primeros hipótesis señalaban a que la concentración del dióxido de carbono podía proceder de un taller mecánico ubicado en el portal contiguo, en el número 15. «Los bomberos estuvieron en ese taller midiendo los niveles y están correctos, son normales», explicó Francisco Carriel, propietario del negocio.

Los vecinos esperaron dos horas a que los niveles de dióxido de carbono se regularan, lo que se logró a las siete de la tarde cuando todos regresaron a sus casas. También lo hizo la mujer que dio el aviso a los bomberos, que fue dada de alta a primera hora de la noche. Su marido y la joven de 26 años, a cierre de esta edición, permanecían en observación.

Una hipótesis

Las causas de esta elevada concentración de dióxido de carbono se están investigando. Fuentes policiales confirmaron que «no se han detectado fallos en ninguna caldera del edificio». Descartado el fallo técnico, la hipótesis que barajan es que la concentración del gas se debió a las consecuencias de un incendio ocurrido en el tercer piso del mismo edificio, hace un mes. Tras el fuego se procedió a rehabilitar la vivienda. Una posible mezcla entre las pinturas utilizadas para arreglar los desperfectos y una elevada concentración de humo acumulado pudo desencadenar una reacción que terminó en una concentración de dióxido de carbono.

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