El juicio por el crimen del pequeño Imran cierra hoy las pruebas testificales

Los psicólogos encargados de explorar a los dos acusados por la muerte del pequeño Imran, el bebé de veinte meses que apareció muerto en el interior de una maleta arrojada a la maleza junto a las vías del tren de La Argañosa, se encargan de determinar si el relato que los procesados refieren es fiable o no. También si los enjuiciados tienen alguna alteración o merma de sus capacidades cognitivas o volitivas por problemas psiquiátricos u otro tipo de alteraciones. Eso es lo que los trabajadores del Instituto de Medicina Legal de León explicarán hoy sobre David Fuentes, acusado del asesinato junto a la madre del bebé, Fadila Chardoud.

Los peritos reclamados por el abogado de David Fuentes será quienes cierren las pruebas testificales del juicio. Solo quedará entonces que el Ministerio Fiscal, la acusación particular, que representa a la tía materna del bebé, y las dos defensas lean al jurado popular sus conclusiones antes de que se dicte un veredicto, previsiblemente el jueves.

Hasta ahora ese tribunal popular ha escuchado los análisis de los forenses que concluyen que ambos son imputables, que saben lo que hacen al no presentar ninguna alteración. También declararon el pasado viernes los psicólogos que en el Centro Penitenciario de Villabona estudiaron a Fadila Chardoud, a quien presentaron como una mujer «fría» que en su opinión fingía para conseguir una eximente o atenuante.

Esta mañana unos profesionales homólogos, pero pertenecientes al Instituto de Medicina Legal de León, donde fue trasladado el otro acusado, David Fuentes, por cuestiones de seguridad, explicarán sus conclusiones. Contarán si a su juicio el acusado podría tener alguna alteración de sus capacidades, algo sobre lo que la pasada semana quedó cierta duda. Porque si bien los forenses asturianos consideran que Fuentes «sabía lo que hacía», otras psicólogas judiciales comentaron que era un «politoxicómano» y que, como tal, tenía una alteración de sus capacidades.