Más salas de exposiciones y espacios para conciertos

El Plan Estratégico Oviedo 2025 analiza las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de varias áreas, entre ellas la Calidad de vida, la Ciudadana y la Gobernanza. La capital, considera, debe mirar más al monte Naranco, al que se le presta «escasa atención y valoración», e integrar las zonas verdes de la ciudad, sus corredores y recorridos peatonales.

Estas son algunas de las debilidades detectadas por los redactores del extenso documento, a las que suman la dispersión de los núcleos de población dentro del municipio, lo que dificulta la prestación de servicios, así como la escasa integración entre el sector cultural y turístico, la escasa valoración del patrimonio histórico y cultural -a pesar de su «gran calidad», elogia-. También habla de la falta de coordinación entre la programación cultural del Ayuntamiento y del Principado, «coincidente en su temática», mencionando la música clásica.

A estos puntos a mejorar añade la escasez de mecanismos de colaboración con la iniciativa colaborativa o privada, y «los desequilibrios importantes entre los sectores culturales con el agravante de la pérdida de los equipamientos culturales de las cajas de ahorro que cubrían ciertas carencias». El plan considera, literalmente, que faltan salas de exposiciones y espacios para tocar música.

El 'tirón de orejas' a las administraciones continúa por los «escasos apoyos a la producción cultural y la industria», así como la necesidad de «una mayor coordinación e implicación entre el municipio y los Premios Princesa de Asturias y la ampliación de la agenda cultural asociada».

No todo son debilidades, también aparecen amenazas. Entre ellas, el documento destaca las limitaciones presupuestarias y las competencias asumidas «sin asignación económica suficiente» provocado en parte, continúa, «por la profundidad y lo prolongado de la crisis, que provoca una mayor demanda de los servicios sociales y la necesidad de adaptarse a las situaciones cambiantes». También considera que la «competencia cultural» entre las ciudades asturianas no ayuda a Oviedo.