La Audiencia de Pontevedra rechaza el permiso penitenciario para el asesino de Elena Hevia

Paolo Eduardo González protagonizó en 2005 uno de los crímenes de violencia machista que más conmocionó a la ciudad. Asesinó a su novia Elena Hevia cuando ella quiso dejar la relación. Le causó heridas por todo el cuerpo y finalmente la degolló provocándole un dolor «deliberado e inhumano». Fue condenado a veinticinco años de prisión, una pena que actualmente afronta en la prisión gallega de A Lama. Allí, al haber cumplido más de un cuarto de la condena, ha solicitado un permiso penitenciario que le acaba de ser denegado.

La Audiencia de Pontevedra acaba de rechazar las peticiones de permiso formuladas por el tinerfeño, según publicó ayer La Voz de Galicia. La decisión confirma las resoluciones adoptadas por el juez de Vigilancia Penitenciaria y por la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario.

En el auto publicado, los magistrados reconocen que al haber sobrepasado los diez años de condena el preso «cumple los requisitos objetivos reglamentariamente establecidos» para recibir el permiso penitenciar, si bien esa circunstancia «no conlleva en absoluto» que la concesión sea automática. Los magistrados valoran otros factores de la conducta de los presos, algo que en este caso sirvió para rechazar la petición. «En el presente expediente ni siquiera cabe hablar de buena conducta penitenciaria, pues se informa de que mantiene una actitud de indiferencia hacia el tratamiento penitenciario desde su ingreso, que ha pasado por dos módulos de convivencia y respeto y ha sido expulsado de los dos», recoge el auto. Los expertos que trabajan con él en prisión señalan que «presenta agresividad instrumental en actividad delictiva» y que «no reconoce» el crimen.

Según comentó la abogada de la acusación particular que representa a la familia de la joven asesinada, hace un par de años el preso intentó recibir el indulto. La petición fue rechazada.

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