«En la plaza del Paraguas sonaron mis primeros acordes y nunca actué allí»

Los cantautores, dice Toli Morilla, viven ahora una época dorada. Tras más de veinte años aguantando ese sambenito asociado a canciones protesta, asegura que ahora ya se empieza a entender que un cantautor sabe tocar la guitarra, que simplemente «es quien hace sus canciones y las canta». No puede decirse tampoco que sea un músico al uso. Siempre investigando acaba de transformar en una canción un poema del poeta burgalés Juan Carlos García Hoyuelos, un tema que tiene además imagen. Esa es una de sus colaboraciones como la que tiene con el Coro L'Altu la Lleva y que hoy (13 horas) sonará en la plaza del Paraguas dentro del programa 'Oviedo vive sus plazas'

-¿Cómo comenzó la colaboración?

-Empezamos a colaborar hace exactamente dos años. Hicimos un concierto en la sala Acapulco con motivo del Día de la Música para reivindicar espacios y una legislación adecuada. Propuse al coro que subieran a hacer una versión en asturianu del 'Aleluya' de Leonard Cohen. Gustó y seguimos colaborando.

-¿Sonará hoy esa versión?

-Solemos terminar los conciertos con esa canción, pero el repertorio está compuesto básicamente con composiciones de los dos últimos años. Entre ellas, algunas canciones de las que publiqué en las serie de relatos que escribí para EL COMERCIO. No hay disco todavía, estamos rodando el repertorio para cuando haya una oportunidad ir al estudio con todo ya rodado. El estudio es muy frío, es difícil meterse en harina. ¿A quién le canto allí? ¿Al técnico que te mira mal? (ríe).

-Siempre mejor en directo.

-Por supuesto. Además cuando uno toca por la noche en casa, si nadie lo escucha con el tiempo pierde todo el sentido.

-Lo de salir de gira primero y luego grabar parece ir al revés...

-No te creas. Una vez que existió la industria discográfica cambió el modo de hacerlo por las obligaciones de mercado. Pero siempre fue así: las canciones se grababan para que les conocieran en aquellos sitios donde los grupos no podían ir a a tocar. Era una carta de presentación, porque la gente vivía de tocar en directo.

-Actualmente vivir de eso es complicado.

-Tenemos una normativa para tocar en bares sin cambiar. No sabemos muy bien porqué, pero parece que se olvidan de que el colectivo del músicos necesita espacios para desarrollar su trabajo, necesitan su desarrollo personal. Uno es músico porque nace con ese talento. Cualquier trabajo conlleva un talento y hay que desarrollarlo. Habrá que ayudar, no los vamos a gasear, digo yo. Se trata de convivir.

-De momento no será en los bares, pero sí en las plazas.

-Nos gusta mucho el programa de 'Oviedo vive sus plazas' por la sencilla razón de que nos parece importante tocar para la gente allí donde vive. Creo que a veces nos equivocamos pensando que construyendo infraestructuras maravillosas y costosas para la cultura se van a interesar más.

-¿Sastisfecho con que le haya tocado la plaza del Paraguas?

-Allí aprendí a tocar la guitarra. Allí sonaron los primeros acordes que toqué cuando éramos unos chavalines. Es emocionante volver. Nunca he tocado allí y estoy hasta un poco nervioso. Es como una regresión.