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La Salvaje se llena de público cada jueves de ‘Open mic’.
Un escenario que es el de todos

Un escenario que es el de todos

La sala La Salvaje, cada vez con más llenos en sus conciertos, organiza un ‘Open mic’ que atrae a gente de toda Asturias

Idoya Rey

Martes, 18 de abril 2017, 19:00

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Hay una noche al mes en la sala La Salvaje en la que se viven unas horas con algo de magia. El micro y los amplificadores de ese local cuyo nombre resuena ya fuera de las fronteras de Asturias, se abren para todo aquel que quiera cambiar la soledad de su dormitorio por las butacas de un bar repleto. Eso es lo que ha conseguido el Open mic de La Salvaje: un lleno de ojos y oídos bien abiertos.

Fueron los músicos Alberto García y Víctor Gil, Vicho para casi todos, quienes se propusieron revivir en la ciudad aquello que habían visto en Londres. «Cuando vivimos allí creo que recorrimos todos los Open mic que había», ríe García. Tocaron en alguno, fueron público en otros, y llegaron a imaginar su Open mic perfecto, uno que se parece bastante al que ahora lideran en La Salvaje.

La propuesta la plantearon hace casi dos años, aunque tardaron unos meses en recibir el sí definitivo. «Podía salir muy bien, pero también temíamos que se convirtiera en algo que no cuadrara en el local», explica David Cuerdo, uno de los propietarios de La Salvaje. Ante todo allí se respeta la música y temían que no todo el mundo lo viera así, pero «ha salido muy bien y estamos muy contentos», valora ahora.

Cuando Alberto y Vicho tuvieron el permiso, convocaron esa primera sesión. Citaron a todos sus amigos músicos por si la cosa no salía como debería. «Y como era de esperar, no vino ninguno de nuestros amigos», bromean. No hizo falta tampoco. Desde el primer día de la propuesta, que comenzó hace ya año y medio, siempre ha habido gente dispuesta a subirse al escenario. «Decimos que si no viene gente, tocamos nosotros unos temas para el público. Hasta ahora no ha hecho falta», cuenta Alberto García.

Es más, esa noche con un escenario disponible ya se conoce fuera de Oviedo. En la última sesión, sin ir más lejos, varias de las personas que se atrevieron a tocar unas canciones habían venido desde Gijón exclusivamente «y nos consta que también vienen desde otras zonas de Asturias».

«No teníamos ni idea de qué iba a pasar, pero mágicamente, sin tener que hacer nada, pasó lo que queríamos. La mayoría de la gente está empezando y la idea era dar una plataforma mínima para que puedan expresarse, que salgan de sus habitaciones y toquen ante la gente», describen los impulsores. Los hay más tímidos o más resueltos, jóvenes o con algunas canas, quien toca temas propios o quien hace versiones... Todos tienen su hueco. Algunos han salido de allí con banda, como aquella chica que cada jueves cantaba a cappella, o con fecha para un concierto. Algo que a los organizadores les emociona: «No sabíamos que iba a salir tan bien, que había gente con tanta calidad al lado de casa», reconoce Alberto García.

Lo mismo piensan los dueños de La Salvaje. «Desconocíamos que hubiera tanto talento. Te sorprende. Siempre hay alguien que te llama la atención y hay gente que vino para el Open mic y salió con fecha para un concierto», cuenta Cuerdo. Y eso de tener fecha en la sala no es nada fácil. Hasta el verano ya está prácticamente todo cubierto y los conciertos llegan de fuera de Asturias sin cesar. Este año ya llevan unos cuantos sold out en esos que preparan con mimo.

El público responde al trabajo de los promotores y también a novedades como esta. «Subirse a tocar solo dos canciones es muy difícil también para quien tiene experiencia, pero es bueno pasar por ello. Lo bueno es que el público es respetuoso y se trata a la gente con cariño», aplauden.

Música, pero también magia, teatro y recitales de poesía pasan por ese micro que aún espera a algún monologuista. La cita: el primer jueves de cada mes.

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