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Piden dos años y medio de cárcel para dos acusados de estafar a la Universidad

El juicio se suspendió ayer por la ausencia de uno de los procesados, que usaron como treta falsas entrevistas para engañar a una veintena de empresas

IDOYA REY

Jueves, 27 de abril 2017, 03:14

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El pasillo ubicado frente al Juzgado de lo Penal número 3 se llenó ayer de varias decenas de testigos y perjudicados por una estafa que en la región afectó a al menos una veintena de empresas e instituciones, entre ellas la Universidad de Oviedo. El exrector Vicente Gotor era uno de los nombres que sonó en ese largo listado de perjudicados que finalmente tuvieron que aplazar el relato de su caso: el juicio se suspendió por la incomparecencia de uno de los acusados.

Son dos los hombres que el Ministerio Fiscal sentará en el banquillo de los acusados, el administrador de una empresa, supuestamente del sector de la prensa, y el supuesto redactor encargado de realizar entrevistas para publicar en una revista dedicada al mundo empresarial. El primero no se presentó a la vista oral. Cada uno se enfrenta a dos años y medio de prisión, al pago de una multa de 2.640 euros y de indemnizaciones por 3.690 euros, aunque la cuantía que trataron de estafar es mucho mayor: ronda los 30.000 euros.

El engaño consistía en conseguir la firma de los procesados para luego usarla en documentos publicitarios supuestamente falsos. De hecho, la acusación del Ministerio Público es por un concurso de delitos, están acusados de un delito continuado de falsedad en documento mercantil usado para la comisión de un delito de estafa. Con esa treta de realizar una entrevista para la revista del sector empresarial, los acusados se presentaron el 17 de junio de 2008 en la Universidad de Oviedo. Al final de la entrevista realizada al por aquel entonces rector, Vicente Gotor, le pidieron una firma que autorizara el uso de las fotografías que acompañaban la entrevista, «si bien su verdadera intención era otra», reprocha el fiscal en su escrito de acusación.

Tras la entrevista, los acusados «siguiendo el plan que habían convenido», confeccionaron un documento según el cual la Universidad había contratado servicios publicitarios en la revista. En concreto, dos páginas en un número especial y un anunció en la página web. Emitieron con esa firma varias facturas con cargo a la Universidad «a sabiendas de la falsedad del concepto que figuraba en esos documentos», señala el fiscal. Los procesados exigieron a la institución académica un total de 4.756 euros y llegaron a enviar un burofax por medio de un despacho de abogados. Incluso presentaron una demanda por impago cuya tramitación está suspendida a expensas del resultado del proceso penal ahora enjuiciado.

La experiencia de la Universidad no fue la única en la región. Los mismos acusados, resalta el Ministerio Público, repitieron idéntica forma de actuar en una veintena de empresas e instituciones entre 2008 y 2010.

Entre otras víctimas están el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos, la Facultad de Medicina y diferentes empresas y laboratorios relacionadas con el sector sanitario.

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