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José Antonio Alonso, Teresa Sanjurjo y Guillermo Pola entre el público que ayer por la tarde acudió al teatro Filarmónica.
«El Martes de Campo y los Premios Princesa transforman la ciudad»

«El Martes de Campo y los Premios Princesa transforman la ciudad»

Teresa Sanjurjo pregona las fiestas de La Balesquida y destaca que «es una maravilla» ver cómo los ovetenses mantienen la tradición

ROSALÍA AGUDÍN

Jueves, 1 de junio 2017, 00:24

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«Yo no merezco este premio, pero tengo diabetes y tampoco me lo merezco». Estas palabras las parafraseó Woody Allen en la ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias de 2002 y ayer las recuperó la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, durante el pregón de las fiestas de la Sociedad Protectora de la Balesquida. Dijo que este sentimiento estuvo muy presente al preparar el discurso que ayer pronunció en el teatro Filarmónica. «Es una maravilla ver cómo los ovetenses disfrutan y protegen todo lo relacionado con esta fiesta», describió. «Me asombra de forma muy positiva el arraigo de esta asociación y de sus tradiciones en el espíritu de Oviedo, tanto el Martes de Campo como los Premios transforman la ciudad. Ambas son dos fiestas en las que la gente disfruta de los acontecimientos y las gaitas y los bailes llenan de alegría y optimismo la ciudad», equiparó.

Sanjurjo rememoró el momento en que personalmente conoció la historia de La Balesquida. Fue durante el otoño de 2010. Paseando por las calles de El Antiguo con su hijo, descubrió el amagüestu que organiza cada otoño la sociedad. Los socios se volcaron con ellos. «Mary Luz y Josele nos invitaron a tomar castañas y sidra dulce. Mi hijo Pablo acabó con las existencias y recuerdo la hospitalidad, el cariño con el que oí hablar, por primera vez, de la asociación y su misión».

Recuerdo a Barthe Aza

Sanjurjo aprovechó el pregón para ensalzar la figura de Adolfo Barthe Aza, fallecido a principios de marzo, a quien los ovetenses recuerdan «con cariño, agradecimiento y respeto». Porque Barthe Aza, además de un importante doctor, fue jurado del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, patrono de la Fundación Princesa y pregonero de La Balesquida. «Su vinculación, estrecha y entrañable con Oviedo es inolvidable y siempre recordaré su hombría de bien, su generosidad y ánimo positivo y entregado».

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