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Catorce de los quince acusados por tráfico de droga aceptan los cargos

Todos salvo uno de los encausados negociaron con la Fiscalía, que rebajó las penas al aceptar atenuantes por consumo de sustancias

J. C. A.

Miércoles, 21 de junio 2017, 00:10

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La vista oral de catorce de los quince acusados de traficar con droga y pertenencia a banda criminal -para seis de ellos-, no llegó a celebrarse tal y como estaba prevista ayer. Las defensas negociaron con la Fiscalía una sentencia de conformidad aduciendo que, en el momento de la investigación, los acusados eran adictos a sustancias estupefacientes. El resultado fue una rebaja en la cuantía de las penas solicitadas por el Ministerio público por atenuantes por drogadicción y la asunción, por parte de los encausados, de haber cometido los delitos atribuidos.

Así, los acusados fueron pasando uno a uno por el estrado para aceptar, tanto los hechos imputados, como la nueva pena, rebajada, solicitada por el Ministerio fiscal. El principal encausado, F. M., por el que en un principio se pedían siete y dos años de cárcel por delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal, respectivamente, recibió una condena de seis años y seis meses de privación de libertad. El otro principal encausado, J. M. T., vio rebajada su condena a cuatro años y seis meses por los mismos ilícitos.

Este modo de proceder de justicia negociada se emplea cuando las defensas no ven resquicio en el que aferrarse ante las pruebas presentadas. Sin embargo, el encausado pierde el derecho de ser escuchado y de presentar una versión que contradiga a la acusación.

El resto de los investigados por pertenencia al grupo criminal recibieron penas de entre cuatro y tres años de prisión; uno de ellos por tenencia ilícita de armas. El resto de acusados ajenos a la estructura criminal, entre los que se encontraban la madre de uno de los arriba mencionados y y dos novias, recibieron penas de entre dos y tres años de prisión.

Solamente uno de los acusados, F. J. R., quiso seguir con el proceso rehusando una sentencia de conformidad como el resto de los procesados. El imputado no se acogió al derecho de no declarar y contestó a preguntas de la Fiscalía y de su letrado. En su exposició dijo que uno de los jefes, J. M. T., era «su amigo de toda la vida». Y que pese a coincidir con él en un viaje a Sevilla, se limitó a dedicarse a su negocio en el campo textil y no a la compraventa de estupefacientes. No negó, en cambio, que en la nave que tenía alquilada junto a la Cubierta de Leganés como sede de su empresa se guardó droga.

La defensa de F. J. R., además, trató de anular las grabaciones practicadas por la Guardia Civil en el teléfono móvil del susodicho. Tales grabaciones, efectuadas en el transcurso de una investigación que se saldó con la incautación de 50 kilos de hachís y dos de ketamina en 2013, se habrían hecho, según el abogado, «sin indicios firmes y con intención prospectiva». La magistrada que presidía la sala reservó la cuestión previa y no la rechazó de plano. El juicio continúa hoy sólo para la defensa de F.J.R. con las pruebas de los testigos y las pruebas periciales.

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